Cómo limpiar tu lavadora con medios naturales
La lavadora es uno de los mejores inventos domésticos del mundo. Solo tienes que lanzar la ropa dentro, agregar algo de detergente, presionar un botón y esperar un poco de tiempo para tener toda la ropa limpia. Pero con el tiempo, este maravilloso electrodoméstico se desgasta y necesita un poco de cuidado de nuestra parte. Después de años arreglándoselas con ropa sucia y agua calcárea, es muy probable que aparezca en su interior moho y una capa de cal, lo que puede dañarla. Así que si tu lavadora te pide a gritos que le des un poco de cariño y atención, aquí tienes algunos tips para limpiarla con productos naturales domésticos...
1. La puerta
Basta con activar el primer ciclo de lavado, para que la máquina esté continuamente expuesta a la humedad. Incluso después del centrifugado más intenso, el tambor retiene un poco de agua que puede dar paso a la formación de moho y cal. La forma más sencilla y práctica de evitarlo es dejar la puerta de la lavadora abierta entre los lavados. El aire fresco ayudará a que el interior se seque más rápido y, por lo tanto, a prevenir el desagradable olor a moho o a rancio.
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2. El sello de la puerta
El sello de la puerta alrededor del tambor de la lavadora funciona como un receptor involuntario de monedas, botones, piedras y otros pequeños objetos que terminan en nuestros bolsillos. Si se acumulan demasiadas cosas en el sello de goma, pueden ser expulsados por falta de espacio durante el lavado y permanecer en el tambor junto con la ropa. Esto no solo va a provocar un ruido muy molesto, también puede llegar a dañar el tambor y el sello. Lo mejor en estos casos es la prevención. Revisa siempre los bolsillos de tu ropa antes de meterla a la lavadora. Para recolectar los objetos que lograron colarse, limpia el sello de la puerta después de cada lavado y de vez en cuando hazle una limpieza profunda con algún producto especializado.
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3. Compartimentos del detergente
Los compartimentos para el detergente y el suavizante de las lavadoras modernas suele causar algunos problemas. Con el tiempo tienden a acumular residuos de detergente en polvo. Además, estas áreas también permanecen húmedas y pueden llenarse de moho. La mejor solución es quitarlas completamente y limpiarlas muy bien después de algunos lavados; hay que poner especial atención a la parte de abajo, donde la humedad permanece fuera del alcance de nuestra vista. Cuando lo hagas, no te olvides de limpiar la hendidura de los contenedores, otra área donde la acumulación de residuos puede causar problemas. ¿Hay alguna forma fácil de limpiar los compartimentos? Sácalos de la lavadora y lávalos en el lavavajillas para que queden relucientes.
4. Remueve la cal
Dejar la puerta abierta te ayudará a reducir la humedad y la formación de cal, pero quizás no evitará el problema completamente. Por esta razón es tan importante desincrustar la cal de tu lavadora regularmente, no olvides que el tambor y otras partes interiores tienen contacto con los restos de agua con cal. Al retirar la cal alargas la vida de tu lavadora.
El descalcificante más efectivo es el ácido cítrico (en su defecto, jugo de limón). Agrega 7 u 8 cucharadas en el tambor y activa un ciclo normal, ¡sin ropa dentro ni detergente! Si no tienes jugo de limón ni ácido cítrico, usa vinagre blanco. En este caso, simplemente puedes verterlo en el contenedor del suavizante y activar un ciclo de agua caliente. Se recomienda una temperatura de unos 90 ºC.
Un consejo más: cuanta más cal tenga el agua, con más frecuencia hay que limpiar la lavadora. Si el agua es muy suave, basta con dos veces al año.
5. Filtro de desagüe
Una de las principales averías de las lavadoras se deben a que el filtro de desagüe se atasca. Por esta razón, es extremadamente importante limpiarlo por lo menos cada dos meses. En los modelos más modernos de lavadoras que tienen la puerta enfrente, el filtro se encuentra en la parte delantera, detrás de una pequeña escotilla. Pero siempre es mejor consultar el instructivo antes de meter mano por ahí sin conocer bien tu electrodoméstico. Antes de abrir el filtro, ten a la mano varios trapos para limpiar el agua que suele escurrir en estos casos.
Después de remover el filtro, limpia toda la pelusa y la suciedad con los dedos, después colócalo debajo del chorro de agua tibia para eliminar las partículas más pequeñas. Cuando estés listo, límpialo con un trapo seco y colócalo de nuevo en la lavadora. Asegúrate de cerrar muy bien la tapa del filtro para prevenir cualquier escurrimiento de agua.
Este procedimiento varía mucho de un modelo de lavadora a otro. Pero es un proceso importante que no debes pasar por alto, sobre todo si tienes mascotas peludas que sueltan un montón de pelo en tu ropa. En este caso, es mucho mejor limpiar el filtro más a menudo.
Nuestra lavadora es nuestra mejor aliada si se trata de mantener limpios todos los textiles de nuestra casa, así que no la abandones. Estos simples procedimientos de limpieza pueden ayudar a mantener tu electrodoméstico en muy buen estado durante muchos años, ¡solo requiere un poco de tiempo y ejercicio con el brazo!