¡Qué lindo!: hacer tu propio mini-terrario es así de fácil y rápido
Los terrarios son jardines diminutos hechos en recipientes de plástico o cristal. Son la alternativa perfecta para aquellos que no tengan tiempo ni espacio para un jardín más grande, ¡y pueden ser realmente llamativos! Muchos piensan que construir estos pequeños jardines requiere mucho esfuerzo, pero en realidad es bastante sencillo. Con estas instrucciones a continuación, serás capaz de crear un mini-ecosistema en un abrir y cerrar de ojos.
Necesitarás:
Primero, tendrás que hacerte con un recipiente de cristal o plástico transparente para darle un hogar a tu jardín. Puede ser un frasco de conservas, una botella de vino, ¡o incluso una PokéBall!
Asegúrate de que tu recipiente esté completamente limpio antes de usarlo.
Ahora escoge las plantas que quieras incluir en tu terrario. Cualquier tipo de planta de interiores vale. Es buena idea incluir grupos de plantas relacionadas entre sí. Aquí tienes algunas ideas para inspirarte: cactus, helechos, musgos o violetas.
Ahora tendrás que buscar el suelo y las decoraciones adecuadas. Estas incluyen:
Tierra para macetas: intenta encontrar una tierra aireada que drene bien el agua. Escoge una tierra que ya tenga un poco de musgo.
Gravilla/piedras: esto ayudará al sistema de drenaje de tu jardín.
Carbón activado: si vas a utilizar un recipiente que no tenga agujeros de drenaje, es buena idea poner una pequeña capa de carbón vegetal en la parte inferior.
Musgo: de igual manera, una capa de musgo absorberá el exceso de agua como una esponja.
Cosas para decorar: ¡haz el terrario a tu estilo! Puedes incluir piedras especiales, conchas, duendecillos, o incluso pequeñas estatuas.
zwergAsí se construye:
Comienza con tu recipiente limpio y echa una capa de 2,5 cm de grosor de gravilla y carbón vegetal en la base.
Después, añade una capa de musgo para que absorba el agua y como capa protectora para las piedras. Pon la tierra encima del musgo. Dependiendo de la longitud de las raíces de tus plantas, deberás poner de 5 a 8 cm de tierra. Presiona la tierra suavemente con los dedos para que no queden huecos de aire. Ahora cava pequeños agujeros donde quieras que vayan tus plantas.
¡Y llega el turno de las plantas! Afloja el suelo alrededor de las raíces y plántalas en los huecos que has cavado. Cubre suavemente las raíces con tierra.
Ahora tienes que rellenar todos los huecos vacíos con piedras decorativas o detalles de jardín. ¡Lo único que queda es el agua!
Es importante no olvidarse de regar las plantas regularmente (nota: los cactus sólo necesitan agua muy de vez en cuando, ¡1-2 veces al mes!). Y es todavía más importante regarlo si tu terrario está abierto.
Presta atención a la salud de tus plantas. Si alguna parece marchita o enferma, tienes que quitarla inmediatamente para salvar al resto de las plantas. Lo mismo ocurre con cualquier signo de moho o malas hierbas.
Si decides construir un terrario cerrado, asegúrate de abrir la tapa de vez en cuando. Un poco de aire fresco puede solucionar muchos problemas.
Ya sea en una cafetera, una fuente para hornear, o algo completamente distinto, los terrarios serán un detalle bellísimo para cualquier hogar. No hay límites para tu creatividad. ¡Y además también pueden ser un regalo fantástico!