10 datos sobre el cuerpo de las mujeres

Ya en los años 70, la periodista Gloria Steinem se preguntaba qué pasaría si los hombres, en vez de las mujeres, tuvieran la regla. Según sus reflexiones, esto tendría consecuencias de gran alcance para la investigación médica, entre otras cosas. Ya no se investigarían las clásicas "enfermedades de los hombres" como los ataques cardíacos, sino que la ciencia trataría de responder a preguntas como "¿Qué medicamentos se pueden desarrollar para los cólicos menstruales y los cambios de humor?".

En última instancia, hubo que esperar hasta la década de 1990 para que la "medicina de género" se desarrollara como una disciplina separada, que ya no asume que "humano" es sinónimo de "hombre". Este interés actual en las diferencias de género saca a la luz constantemente nuevos hechos sobre el cuerpo de las mujeres. 10 de los hallazgos más emocionantes los encontrarás en este artículo.

1. Embarazo y nacimiento

Durante el embarazo, el cuerpo de una mujer sufre cambios dramáticos. Estos van desde el aumento de peso hasta cambios en la estática y la postura del cuerpo, e incluso la apertura del cuello del útero durante el nacimiento: nada más ni nada menos que 10 centímetros.

2. Flexibilidad

El hecho de que las mujeres tengan en promedio menos masa muscular que los hombres tiene ventajas para su movilidad. Otro hecho a su favor es que el estrógeno ayuda a que los músculos se relajen más rápido y mejor.

3. Interpretación de los gestos

En comparación con los hombres, las mujeres son mejores interpretando las expresiones faciales.

4. Piel más sensible

La epidermis de las mujeres es significativamente más delgada que la de los hombres, lo que significa que ellas se enfrían más rápido. Además, la piel femenina es más sensible que la masculina debido a factores hormonales. Esta pierde su elasticidad más rápido y envejece antes. En cambio, los hombres tienen que enfrentarse a sus arrugas mucho tiempo después que las mujeres.

5. La alegría de los colores

Las mujeres y los hombres ven de manera diferente. Mientras que los hombres pueden percibir mejor los contrastes, las mujeres van por delante cuando se trata de distinguir los colores. 

6. Sensación de dolor

Increíble pero cierto: las mujeres tienen menor tolerancia al dolor que los hombres. De nuevo, las hormonas son responsables de esto. Mientras que el estrógeno aumenta la sensación de dolor, la testosterona la reduce. Sin embargo, las mujeres sobreviven a los partos naturales (más o menos bien) debido a las endorfinas que se liberan durante este proceso.

7. Resistencia

Las mujeres pueden tener menos fuerza física que los hombres, pero durante los ejercicios musculares estáticos y dinámicos, sus músculos tardan más en cansarse. Hasta hace poco, se pensaba que el factor relevante era que las mujeres tenían más fibras musculares de tipo 1, las cuales son responsables de la resistencia. Por el contrario, las fibras musculares 2 son las responsables de la fuerza y la velocidad.

8. Sudoración

Generalmente, las mujeres generalmente sudan menos que los hombres, ya que cuentan con menos glándulas sudoríparas. Sin embargo, actualmente también hay pruebas de que la intensidad de la sudoración no solo depende del sexo sino del tamaño del cuerpo. Cuanto más alto eres, más sudor produces.

9. Los cambios de humor

Mientras que una mujer se siente particularmente bien, a veces hasta eufórica, en la mitad del ciclo menstrual debido a factores hormonales, cuando se acerca al final del ciclo tiende a estresarse y, en algunos casos, muestra actitudes hostiles. Los investigadores incluso han descubierto que la estructura del cerebro cambia durante el curso del ciclo. 

10. Sueño ligero

Las mujeres se despiertan más fácilmente por los ruidos nocturnos que los hombres y, por lo tanto, duermen peor. Una teoría para explicar esto es que en la Edad de Piedra eran ellas quienes se ocupaban del bienestar del grupo. Tan pronto como bebés o niños pequeños están en casa, la audición femenina se vuelve aún más sensible. Esto se conoce como la "siesta de la enfermera": las madres se asustan y despiertan al menor indicio.

Esta lista podría ampliarse bastante, porque las mujeres no solo son más ágiles, más empáticas y sudan menos; sus dos hemisferios también están mejor conectados y tienen la comunicación oral más desarrollada. Pero también se han desmentido algunos hechos sobre las mujeres, por ejemplo, que generalmente están más despiertas después del sexo que los hombres. Otros hechos dependen del contexto. Por ejemplo, los hombres también desarrollan un sueño más ligero cuando están más involucrados en la crianza y el cuidado de los hijos.