Psicología para la vida diaria: 10 trucos psicológicos que realmente funcionan

La psique humana es como un iceberg: solo una pequeña parte es visible. Los grandes secretos de nuestra alma, sin embargo, están ocultos. Una persona necesita toda una vida para descubrir los lados claros y oscuros de su ser. Una y otra vez hay situaciones en las que te sorprendes a ti mismo, especialmente cuando uno cree que se conoce muy bien. 

Pero incluso si nuestra vida interior es compleja e insondable, hay ciertas características que todos tenemos en común. Todo el mundo podrá observar y confirmar estas leyes y mecanismos en sí mismo. Los siguientes trucos son cualquier cosa menos psicología barata, porque se ha probado su eficacia en la vida cotidiana:

1. Deja de roncar

Los vecinos roncadores pueden ser una molestia. Si tu pareja está serrando tan fuerte como si de verdad estuviera cortando un árbol en el bosque, este truco psicológico puede ayudarte: golpea un par de veces en la mesita de noche o en el marco de la cama. Esto sugiere al cerebro dormido que alguien está llamando a la puerta. El durmiente no se despierta, pero los ronquidos se interrumpen, al menos por un tiempo.

2. Buen oyente

Escuchar bien no solo significa estar en silencio y asentir cortésmente. Si alguien te dice algo, debes responder brevemente en lugar de adueñarte de la conversación. Por ejemplo, puedes hacer una pregunta en relación con lo que se está diciendo: así es como se señala el interés y el nivel de empatía. Es cierto que algunas personas hablan por los codos y no siempre tienes la paciencia o la concentración para seguir sus monólogos. Si, por otro lado, quieres o necesitas fingir que realmente estás escuchando a una persona de este tipo, hay un simple truco: enfoca un punto entre sus cejas. Parecerá como si estuvieras mirando directamente a los ojos de la persona con la que estás hablando y podrás pensar en otra cosa más interesante.

3. Los sentimientos de culpa son solubles en el agua

"Me lavo las manos", dicen, para tener la conciencia tranquila. De hecho, hay más en ese dicho de lo que se ve a simple vista. Los psicólogos han descubierto una conexión entre la higiene física y la mental. En un experimento, se pidió a los participantes que escribieran una situación de su pasado en la que se comportaran de forma moralmente correcta o reprobable. Se les ofreció una recompensa o, alternativamente, se les dio la oportunidad de limpiarse las manos. De los que recordaron un evento vergonzoso, muchos eligieron la opción de la limpieza de manos. Los investigadores sospechan que esta conexión psicológica entre la limpieza corporal y la conciencia limpia está influenciada por la religión.

4. La imitación te hace parte del grupo

"Los monos imitan todo" es lo que los niños escuchan cuando emulan a otras personas. Y mucha gente, jóvenes y mayores, es maestra en la imitación. En realidad, siempre imitamos el comportamiento de los demás, aunque sea de forma inconsciente en su mayor parte. Esto incluye patrones de comportamiento como bostezar, rascarse o sentarse, así como gestos más sutiles como sonreír o parpadear. El fenómeno se llama "efecto camaleón" y probablemente tiene una función social importante: intentamos expresar la pertenencia a un grupo y hacernos populares de esta manera.

5. Respiración calmada

Nos referiremos una vez más al "efecto camaleón": si alguien cercano está teniendo un ataque de pánico, puedes calmarlo inhalando y exhalando tú con calma y regularidad. Con el tiempo, la persona alineará inconscientemente su respiración con la tuya y se relajará un poco. Por cierto, no solo la respiración de los humanos parece adaptarse. Los investigadores han descubierto que incluso el latido del corazón de los enamorados se adapta cuando están juntos.

6. El olor y la inteligencia

Los alumnos y estudiantes conocen el problema: te atiborras de grandes cantidades de material para un examen o una tarea, pero cuando se trata de recordar lo que has aprendido, tu cerebro se pone en huelga. Para resolver el bloqueo de la memoria, deberías confiar más en tu nariz. Por ejemplo, mientras estás estudiando o resolviendo un examen, pon a tu lado un paño empapado con aceites esenciales (por ejemplo, aceite de menta o de cítricos). Esto no solo aumenta la concentración, sino que también te ayuda a recordar lo que has aprendido de forma más fiable. Esto se debe a que la información que está vinculada a un determinado olor es más fácil de recuperarse.

7. La presión del tiempo como argumento de venta

"Solo por poco tiempo", así es como se anuncian las ofertas supuestamente limitadas. Esta estafa hace que la cuenta del vendedor se llene más rápido, pero no la del cliente. En las ventas especiales, podemos ver lo bien que funciona este truco de marketing. El miedo a perderse un ofertón se apodera de nuestros instintos más bajos: otros clientes son vistos como competidores y el deseo de comprar a veces aumenta hasta convertirse en una obsesión. Pero la experiencia demuestra que las decisiones de compra bajo la presión del tiempo se lamentan más a menudo que las compras bien pensadas. Si alguien quiere presionarte para que tomes una decisión rápida, hay una alta probabilidad de que te estafen. Asegúrate de tomarte el tiempo para pensar relajadamente en la oferta.

8. Elección de la ropa 

"La ropa hace al hombre", este título de una novela del poeta suizo Gottfried Keller no se ha convertido sin razón en un dicho popular. No es un ningún secreto que nuestra ropa tiene una gran influencia en la forma en que los demás nos perciben. Las personas que se visten con seriedad y elegancia suelen ser tratadas con más respeto y cortesía. Sin embargo, la elección de la ropa también tiene una influencia considerable en nuestra autopercepción y pensamiento, como han demostrado numerosos estudios. En un experimento, en el que se tuvieron que resolver varias tareas, se permitió a algunos participantes ponerse una bata blanca como las que usan los médicos. Se comprobó que el "grupo de bata blanca" trabajaba de manera más concentrada y obtenía mejores resultados en todas las áreas que los participantes sin bata. Una buena razón para estar bien vestido en cada situación.

9. Lenguaje corporal

La ropa no lo es todo: cuando se trata de cómo nos perciben los demás, nuestros gestos son casi más importantes que nuestra ropa. Ya sea en una reunión o en una fiesta, si quieres parecer amigable y agradable a los demás, debes adoptar una postura corporal abierta. Cruzar los brazos frente al pecho te hace parecer antisocial. Si tienes una bebida en la mano, no debes llevarla delante del pecho como un escudo protector, sino a la altura de la cadera. De esta manera, señalas la apertura y la voluntad de hablar. Puedes encontrar más consejos útiles sobre el lenguaje corporal aquí.

10. La adrenalina como afrodisíaco

No puedes forzar a nadie para que te ame, pero sí puedes ayudar un poco para que esto suceda. Al parecer, las situaciones excitantes o peligrosas actúan como un afrodisíaco, como demostró el famoso "Experimento del Puente" de 1974. Un grupo de hombres fue conducido sobre uno de los dos puentes, uno de ellos era estable y no particularmente alto, el otro era un puente colgante tembloroso a una altura de 70 metros. En ambos puentes, una joven se situó en el centro, donde los participantes debían rellenar un cuestionario. Además se les dio el número de teléfono de la joven por si tenían alguna pregunta. El resultado: del grupo que había cruzado el puente tembloroso, muchos hombres llamaron después a la entrevistadora para hablar con ella. En cambio, la mujer del puente que se consideraba seguro, casi no recibió llamadas. Por consiguiente, la adrenalina parece tener un efecto positivo en la percepción del atractivo de las personas. Así que lleva a la persona que te gusta a una montaña rusa o a una película de terror en vez de a un café.

Ciertamente puedes confirmar algunos de estos trucos psicológicos por experiencia propia. Siempre vale la pena prestar atención tanto a tu comportamiento psicológico como a tu lenguaje corporal. Esto es especialmente cierto cuando se trata de la salud mental. Aquí puedes encontrar algunos hábitos para conservar la paz interior.