11 errores con los que dañas a tu hijo sin querer
Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, pero algunas cosas que hacen por intuición pensando que son beneficiosas, son realmente todo lo contrario. Y es que con algunos comportamientos los padres perjudican a sus hijos sin darse cuenta. A continuación, enumeramos 11 errores que no permiten que tu hijo se desarrolle de forma saludable y feliz.
1, Darles juguetes para que duerman con ellos.
Para dormir bien, los bebés solo necesitan un buen colchón, una sábana y una manta pequeña en caso de que haga frío en el cuarto. Los juguetes y peluches están totalmente prohibidos en la cuna. Estos no solo pueden molestar a los niños mientras duermen: también pueden impedirles respirar bien si el juguete o peluche está sobre la cara y el niño no puede retirarlo por sí solo.
2. Dejar la luz encendida de noche.
Muchos padres creen que dejar la luz encendida por la noche es bueno para que el niño no tenga miedo de los monstruos que puedan surgir de debajo de la cama. Pero según los neurólogos, es mejor no hacerlo, en aras de la salud del niño. Esto se debe a que la producción de la hormona del crecimiento, la melanina, recibe una mayor estimulación en la oscuridad total. Sin embargo, si los padres no quieren dejar que sus hijos duerman completamente sin luz, es importante utilizar el tipo de luz adecuado. La luz roja y naranja, por ejemplo, no suprimen la producción de melanina tanto como la luz blanca, verde o azul.
3. Dar de comer con cuchara.
Los expertos aconsejan no ayudar a los niños a comer si ya pueden hacerlo por sí mismos. Los niños a los que alimentan con cuchara durante más tiempo del que deberían tienen más probabilidades de sufrir obesidad más adelante. Esto se debe a que es difícil juzgar cuándo el niño está lleno, lo que provoca un exceso de calorías y, en última instancia, un aumento de peso. En cambio, los niños que comen de forma independiente tienen la oportunidad de comer a su propio ritmo, desarrollando una actitud más saludable hacia la ingesta de alimentos.
4. Obligarles a terminarse la comida.
A menudo los padres, y muchas veces sobre todo los abuelos, insisten en que el niño se acabe todo lo que hay en el plato. Sin embargo, estos deben decidir en qué momento es suficiente para ellos. De lo contrario, el niño puede desarrollar hábitos no saludables, ya que no sabe cuándo realmente debe dejar de comer. Además, no siempre es necesario terminarse todo, ya que los niños no necesitan tantas calorías. Si, por el contrario, ingieren demasiados nutrientes, puede causarles problemas en el sistema digestivo.
5. Hacerles cosquillas.
Una manera fácil de hacer reír a los niños sin demasiado esfuerzo es hacerles cosquillas. Pero unos investigadores de la Universidad de California descubrieron que las cosquillas no activan la misma sensación de alegría que un chiste gracioso. Todo lo contrario: el reflejo involuntario es en este caso la mera ilusión de una risa feliz. Esto es problemático, ya que los niños siguen riéndose aunque odien que les hagan cosquillas, por lo que los padres no pueden juzgar cuándo parar.
A continuación, te explicamos 3 razones por las que no debes hacer cosquillas a los niños
6. Cubrir los espejos.
Existe una superstición que dice que los bebés se enferman si se miran en el espejo. Por supuesto, esto no tiene ningún tipo de fundamento. Todo lo contrario: los pediatras y psicólogos incluso recomiendan que los padres se sienten ante el espejo junto a sus hijos. Aunque los niños tienen diferentes reacciones ante su propio reflejo en el espejo según la edad, es algo que siempre les fascina. Esto favorece sobre todo el desarrollo de la autopercepción y, por lo tanto, no se les debe negar.
7. Abrigarlos mucho si tienen las manos frías.
Cuando un niño tiene las manos y los pies fríos, muchos padres tienden a abrigarlos con capas y capas de ropa. Pero la circulación de la sangre y los vasos sanguíneos funciona de forma algo diferente en el cuerpo de un niño que en el de un adulto. Por ello, es bastante normal que tengan algunas zonas del cuerpo más frías o calientes que otras. Lo que muchos no saben es que es mucho más común que un niño tenga sobrecalentamiento en lugar de hipotermia. Si tiene el cuello húmedo y la piel de color rosa pálido, son signos claros de sobrecalentamiento.
8. Obligarlos a compartir.
A los 2 años el niño empieza a percibir las cosas que le pertenecen como tales y quien intente arrebatárselas será un intruso a sus ojos. Pero los padres rara vez entienden esto y piensan que su hijo es avaricioso si no comparte sus juguetes con los demás. Sin embargo, obligarlo a compartir sus juguetes solo tiene desventajas, según los psicólogos. Porque, por lo general, los niños que han tenido que compartir sus posesiones, de adultos no son capaces de escuchar sus propias necesidades y deseos, y ponerlos en práctica.
9. Esterilizar el entorno.
La limpieza es algo muy importante. Pero los investigadores de diferentes países coinciden en que los entornos completamente estériles son malos para el desarrollo de los niños. Según dichos estudios, estos entornos ralentizan la formación de un sistema inmunitario bien desarrollado, lo que dificulta la lucha contra las infecciones. Las reacciones alérgicas también se ven favorecidas por un entorno estéril. Por lo tanto, es aconsejable no desinfectar inmediatamente los juguetes que hayan tocado el suelo.
10. Proteger de alérgenos.
Para evitar las alergias alimentarias, los niños deben tener el menor número posible de restricciones a la hora de su alimentación. Esta es la única manera de que el sistema inmunitario se acostumbre a los diferentes alérgenos y aprenda a reaccionar ante ellos. En un estudio científico se descubrió que los niños que probaban la mantequilla de cacahuete antes de los dos años eran menos propensos a sufrir alergias a los frutos secos que los que entraban en contacto con ella más tarde.
11. Enseñarlos a usar el orinal demasiado pronto.
El momento exacto en que se debe empezar a usar el orinal es un tema controvertido entre muchos padres. Pero los urólogos pediátricos coinciden en que empezar demasiado pronto perjudica al niño. Al año o año y medio de edad, los niños aún no saben responder a las señales de su cuerpo. Además, la vejiga no está completamente desarrollada a esa edad, por lo que es más difícil que los niños se sequen de todos modos. La vejiga tarda entre tres y cuatro años en desarrollarse completamente.
La paternidad es un trabajo de por vida en el que hay que tener en cuenta muchas cosas. Sobre todo en la infancia, el comportamiento de los padres es determinante para la formación del niño. Sin embargo, si evitas los errores señalados, ya estás contribuyendo en gran medida a que tu hijo crezca sano y feliz.