13 formas fáciles de ahorrar a diario
Hay muchas formas de ahorrar a diario que desconocemos. Y es que hay muchas costumbres, como comprar café para llevar, que ya ni nos cuestionamos. Los siguientes tips de todas las áreas de la vida te enseñarán a ahorrar sin gran esfuerzo ni sacrificio.
1. Agua del grifo
Si prefieres el agua mineral a la sin gas, puedes dejar de comprar botellas en el supermercado.
2. Ir a la peluquería solo en caso necesario
Ir a la peluquería solo merece la pena cuando queremos un gran cambio. Para pequeños cortes o teñir el pelo, podemos acudir a nuestra mejor amiga.
3. Tratamientos de belleza en casa
También para tratamientos de belleza, como cuidado y pintado de uñas, no es necesario acudir a profesionales. En su lugar, podemos disfrutar de una noche de tratamiento de belleza en casa.
4. Prescindir de productos de marca
En cuestión de alimentos y productos de uso diario, podemos ahorrar mucho si prescindimos de los productos de marca (o solo los compramos en casos excepcionales). Como alternativa, naturalmente puedes acudir a los productos de marca blanca, que normalmente pertenecen a fabricantes conocidos.
5. Evitar productos ya preparados
Aunque muchos fabricantes quieran hacérnoslo creer, con los productos ya preparados solo ahorramos tiempo; no dinero.
6. Optar por productos cosméticos para hombres
La mayoría de los cosméticos para hombres son considerablemente más baratos que sus equivalentes para mujeres. Los fabricantes intentan ocultar esto mediante diferentes tamaños. Por ejemplo, poniendo el precio de la espuma de afeitar para mujeres 10 céntimos más barato, pero con la mitad de contenido la versión masculina. Por supuesto, a casi ninguna mujer le gustaría usar un perfume con olor a almizcle, pero en el caso de espuma de afeitar nadie lo notará.
7. Nada de restaurantes (ni) de comida rápida
El que quiere ahorrar dirá que de todas formas nunca va a comer a restaurantes. Pero no solo se ahorra yendo a los restaurantes "de verdad": pidiendo pizza o yendo a un restaurante de comida rápida también se gastan grandes sumas de dinero.
8. Olvidarse del café para llevar
Para muchos comprar un café de camino al trabajo o durante una visita al centro comercial es un ritual. Pero es mucho el dinero que se gasta en un solo café. Para acabar con esta costumbre, hay que pensar en lo innecesaria que es. Nadie muere de sed o cansancio si pasa de 1 a 3 horas sin su café.
Podemos esperar a llegar a casa o la oficina o llevarnos un termo con la imprescindible bebida.
9. Olvidar las compras por impulso
Los comercios minoristas hacen que las compras sean una verdadera experiencia vital. En cada esquina aparecen productos que uno no necesita (ya sea en el supermercado o en la tienda de ropa). La mejor forma de evitar compras por impulso es hacernos una lista de la compra y ser consecuente con ella. Para que no caigas nunca más en los trucos de los comercios, hemos recopilado las estrategias de manipulación que utilizan en este artículo.
10. Cambiar la modalidad de pago
Por ejemplo, en el caso de los seguros es posible ahorrar mucho si cambiamos la frecuencia de pago de mensual a anual.
11. Límite en compras online
Para las personas a quienes les gusta comprar por placer, las compras online son un gran peligro. Un consejo en este sentido es establecerse a principio de mes un límite de cuántas compras se permite a sí mismo en Amazon y otras superficies online.
12. Hacer planes
Otro método para evitar las compras por impulso, de las que uno se arrepiente luego es hacer planes y establecer prioridades. Si nos ponemos como objetivo unas vacaciones especiales, nos será más fácil prescindir de cosas innecesarias en el presente.
13. Apartar pequeñas cantidades de dinero
Una forma eficaz e indolora de ahorrar a diario es apartar una pequeña cantidad de dinero de forma regular. Por ejemplo, 2 euros de cuando en cuando.
Como has visto, para ahorrar no es necesario comparar precios constantemente o castigarte sin cosas que necesitas. Es mucho más importante reconsiderar tu postura frente a las compras.
Si tienes planeado comprar algo, es esencial pararte a pensar si realmente lo necesitas o si solo te has dejado seducir por las promesas del producto. Además, tienes que pensar que puedes darte pequeños regalos a ti mismo que no valen dinero.