20 fotos de cosas impresionantemente gastadas
El paso del tiempo deja huella indeleble en muchas cosas. Pero a veces no nos damos cuenta del efecto que ha tenido el paso del tiempo en algunas de nuestras cosas. Las siguientes fotos son la prueba de que a veces solo vivimos pensando en el momento presente.
1. Este monje budista reza desde hace 20 años desde el mismo sitio.
2. Durante 15 años en un museo de ciencias los niños podían levantar la palanca de la derecha. La palanca disminuyó a manos de los niños.
3. Cuando la placa de las vacunas del perro entra en contacto frecuente con el agua del cuenco...
4. Uno siempre está listo para recibir dinero ganado limpiamente; incluso en la ventanilla del banco.
5. No te dejes engañar: ambas pilas tienen el mismo valor.
6. Este botón de play se ha convertido en un retrato victoriano.
7. Escalera arriba, escalera abajo; ese es el ciclo de la vida.
8. No, no es barro; sino óxido que se ha acumulado en la tubería durante muchos años.
9. En la mitad derecha del rostro se ven las huellas del sol: este hombre ha sido camionero durante 28 años.
10. A alguien no le gustaban los M&M's. 1o años más tarde sale a la luz la verdad.
11. El hollín neoyorquino de la era de las centrales eléctricas de carbón. Sin filtro, por supuesto.
12. Muchas manos han ido creando una pequeña escultura a partir de una aburrida columna.
13. El ciclo de vida de un penique.
14. La presión constante del papel sobre la impresora.
15. Llevó el anillo de bodas durante 55 años hasta que tuvo que quitárselo.
16. Si quieres conservar un suelo de madera, ponle una alfombra. 16 años de luz solar decoloraron el suelo.
17. Uno se usó durante 30 años, el otro estuvo 30 años guardado.
18. Cuando afilas el cuchillo con demasiada frecuencia...
19. Los pósters acumulándose en los anillos del árbol con los años.
20. Ni siquiera los suelos de acero son indestructibles.
Estas fotos son la prueba de que todo resplandor es pasajero. La próxima vez que salga a la calle, echaré un vistazo a mi alrededor. Quizás haya algunos testigos del paso del tiempo en los que no me he fijado antes.