¡No tires la cáscara de sandía! 5 ideas para aprovecharla
Jugosa, refrescante y dulce: la sandía, sin duda, está en los primeros puestos en el ranking de las mejores frutas veraniegas. A pesar de su popularidad, muchas personas comen solo su interior e ignoran que su cáscara también es comestible y que existen muchas opciones para aprovecharla.
Entre la piel verde y la pulpa se encuentra una capa blanca que muy pocas veces se tiene en cuenta. Ese es el hogar de muchos nutrientes importantes como la fibra, la vitamina a y los aminoácidos que ayudan al crecimiento de masa muscular y ensanchan los vasos sanguíneos.
Pero más allá del valor nutricional, hay también por lo menos 5 deliciosos motivos para aprovechar la cáscara de sandía en lugar de tirarla.
1. Cáscara de sandía rayada
Este método es tan simple como genial: ralla la cáscara de una sandía y mézclala con una ensalada o una sopa fría (esto va por ejemplo muy bien con una ensalada de pepinos). Como topping puedes tostar las semillas de la sandía.
Consejo: La delgada piel verde de la sandía tiene usualmente un gusto algo agrio. Consúmela solo si la fruta proviene de un cultivo biológico. De no ser el caso, puedes sencillamente pelarla con un pelador.
2. Batido de frutas
Si tienes pensado hacerte un batido de frutas, puedes poner el resto de la cáscara de sandía en la batidora. De esta forma le agregas un poco de fibra a tu bebida y evitas generar más desperdicios.
3. Macerar o escarchar la cáscara
Estas dos formas de aprovechar la cáscara son ya populares en los Estados Unidos. Con los consejos adecuados puedes prepararlas tú también con facilidad.
Cáscara de sandía agridulce macerada
Saca la pulpa de la sandía, procurando que quede una cáscara de un centímetro de espesor. Pela el exterior verde con un pelador y corta la cáscara en pequeños cubos. Luego colócalos en un recipiente en la heladera con tres cucharas de sal y un poco de jugo de limón.
Al día siguiente enjuaga la cáscara, ponla en una olla con agua fresca y tápala. Cocina la mezcla removiendo constantemente y déjala cocinar a fuego bajo por 15 minutos.
De forma paralela, calienta 500 mililitros de vino blanco o de vinagre de miel con un kilo de azúcar y 250 mililitros de agua. Agrega luego jengibre, cáscara de limón, canela, pimienta y clavos triturados y deja hervir por unos 5 minutos.
Vierte la cáscara de sandía en la mezcla de vino o de miel y déjala cocinar a fuego bajo por 45 o 60 minutos hasta que adquiera una cierta transparencia. A continuación, vierte el contenido en algún recipiente de vidrio que pueda ser cerrado. Esta receta va muy bien acompañando carnes de ave o también con jamón.
Cáscara de sandía escarchada
Aquí necesitas 200 gramos de cáscara de sandía y 180 gramos de azúcar. Pela la capa verde del exterior y corta la cáscara lo más fina posible.
Luego, mezcla los trozos y el azúcar en una olla y deja que se cocine mientras remueves constantemente hasta que el jarabe de azúcar se evapore completamente.
Luego, retira la olla del fuego y continúa removiendo hasta que las cáscaras estén totalmente secas. Una vez que se hayan enfriado puedes guardarlas en un envase cerrado.
4. Hacer mermelada
La mejor mermelada siempre es la propia. Para unos 500 gramos de cáscara de sandía necesitas el jugo de medio limón y 250 gramos de azúcar gelificante. Pela aquí también la parte externa y corta el resto de la cáscara (con un poquito de pulpa) en cubos pequeños.
Mezcla la fruta con el azúcar y déjala reposar unas horas antes de cocer todo como mínimo 5 minutos a fuego fuerte. Luego, agrega el jugo de limón y pon, para finalizar, la mermelada en envases de vidrio.
5. Cáscara de sandía horneada
Esta es la receta para un snack de otra categoría. Corta la sandía (con la piel verde incluida) en tiras y caliéntalas por dos minutos en el microondas. Agrega un poco de aceite de mostaza, sal, cúrcuma y ají molido y deja la mezcla tapada por unos días en la nevera.
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Esparce las tiras sobre papel para hornear en una bandeja y ponlas en el horno por unos 15 minutos a 200 grados de temperatura. Luego, dales la vuelta para que se horneen del otro lado por unos 8 minutos.
Esta receta va muy bien como acompañamiento para las comidas o como topping para ensaladas.
Gracias a su versatilidad, puedes aprovechar la cáscara de sandía en lugares muy variados. Ahora que lo sabes, no tienes excusa para tirarlas a la basura.
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Fuentes: utopia, chefkoch, oekotest
Imágenes en miniatura: ©Pinterest/instructables.com ©Instagram/beenasarwar