Cómo descongelar la carne, salchichas y pescado adecuadamente

Si creciste durante la década de los 1990, quizás recuerdes la serie Dinosaurios. En ella, la mayor fiesta del año era el Día del Refrigerador. En la serie se argumenta que el refrigerador es el único invento que hizo posible la civilización moderna. Con la posibilidad de conservar alimentos durante más tiempo, los dinosaurios de la serie no tenían que estar buscando alimentos constantemente. Esto les permitió establecerse y formar familias. El refrigerador es algo genial, obviamente.

Pero cuando se trata de carne, salchicha o pescado, el descongelado puede salir mal. La pérdida de calidad y los gérmenes son algunas de las amenazas que acechan. A continuación te contamos 7 peligros ocultos del descongelado y qué puedes hacer para evitarlos:

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1. Peligro: temperatura ambiente

La carne, salchichas y el pescado no deben nunca descongelarse a temperatura ambiente, ya que los gérmenes se multiplican rápidamente. Lo mejor es descongelarlos dejándolos de noche en el refrigerador. En agua fría puedes hacerlo más rápido. 

2. Peligro: porciones grandes

Cuanto mayor sea la porción, más tiempo necesitará para descongelarse. Esto no es solo frustrante: también se corre el peligro de que se generen gérmenes en los bordes, ya descongelados, mientras que el centro aún esté congelado. Por tanto, las porciones grandes han de descongelarse con cuidado. Lo mejor es congelar porciones pequeñas y planas. 

3. Peligro: descongelado rápido

Si descongelas algo demasiado rápido, te arriesgas a que la carne se quede dura y seca, ya que el jugo de la carne se perderá. Es por esto también preferible descongelar en el refrigerador.  

4. Peligro: líquido del descongelado

Los productos congelados absorben agua. Por ello, al descongelarlos, es inevitable que la expulsen. El líquido que se produce al descongelar es un verdadero nido de gérmenes, por lo que tu carne o pescado no deben permanecer en él. Por ello, deja tus congelados en un colador o rejilla, por donde el agua podrá correr. 

La cantidad de líquido de descongelado también depende de cómo congelemos. Lo importante que los productos se congelen lo antes posible. Por tanto, has de colocarlos en la zona más fría del congelador. Si tienes una función de congelado rápido, úsala. Cuanto más tiempo tarden los alimentos en congelarse, más cristales de hielo se formarán. Estos penetrarán entonces en la estructura celular de la carne. Además, cuando compres carne congelada, ten en cuenta que no puedes romper la cadena de frío. Es decir, no dejes que se descongele desde que la compres hasta que la metas en tu congelador. 

5. Peligro: remojado

El pescado y la carne crudas no deben nunca lavarse bajo el agua de grifo. Si lo haces, las salpicaduras de agua esparcirán los gérmenes por toda la cocina. Si quieres descongelar carne remojándola en agua, déjala metida en su envase para hacerlo. Limpia con papel de cocina tus productos descongelados para retirar el agua que haya producido la congelación.

6. Peligro: limpieza

Si la carne o pescado han sobrevivido al descongelado sin perder su calidad, debes limpiar todos los utensilios que usaste durante el proceso a fondo y como mínimo a 60 °C. Así eliminarás los gérmenes. 

7. Peligro: congelar de nuevo

Los alimentos crudos que se han descongelado una vez han de cocinarse cuanto antes posible y nunca volver a congelarse. Solo una vez que los hayas cocinado bien podrás volver a congelarlos. 

La carne, salchichas y pescado son ciertamente los productos más delicados a la hora de descongelar. Pero también en el caso de pan, verdura y fruta hay que prestar atención a unas cuantas cosas:

• Al congelar, se ralentiza la producción de gérmenes, pero no se detiene por completo. Esto significa que en el congelador los productos también pueden estropearse si los dejas allí por mucho tiempo. Al descongelarlos, observa si están dañados o tienen zonas extrañas. 
• En el caso de una barra de pan congelada, déjala reposar un poco a temperatura ambiente y luego métela en el horno de 10 a 15 minutos a 200 °C. Este truco también funciona a la inversa: primero al horno y luego descongelarlo. Lo único que tienes que cuidar es de no descongelar el pan exclusivamente a temperatura ambiente, ya que se quedará pastoso por fuera y duro por dentro. 
• Para que la fruta y verdura permanezca crujiente y no pierda su aroma, hay que descongelarlas lentamente. A menos, claro está, que quieras hacer compota o puré con ellas de todas formas. Si vas a hornear la fruta, también puedes prescindir del descongelado. Así, tu pastel no quedará acuoso. 

Que la nevera o el congelador fueran la base de la civilización moderna es algo que no queda claro. Pero a nadie le cabe duda de que el congelado es algo muy práctico. Aquí te dejamos 8 errores al usar el congelador que esperamos te sirvan de ayuda en el maravilloso y frío mundo del congelado.