8 razones por las que no debes hacerte una prueba genética
La historia comenzó como una forma de entretenimiento. En el verano de 2018, la periodista estadounidense Dorothy Pomerantz se hizo una prueba genética en casa para averiguar si su preferencia por los alimentos salados tenía una causa genética. Cuando recibió los resultados unas semanas más tarde, el mundo se le vino encima. Debido a una mutación genética, resultó que tenía un mayor riesgo de cáncer de mama y de ovario.
Después del shock inicial, llegó a la conclusión de que este tipo de pruebas te dejan completamente solo frente a las malas noticias. Porque a diferencia de los análisis que te manda a hacer un médico, la "prueba genética para llevar" es un servicio despersonalizado.
Sin embargo, desde hace algunos años hay un verdadero boom en los EE.UU. y en Gran Bretaña de pruebas genéticas. Recibes un paquete con un tubo del proveedor, que hay que enviar de vuelta con tu muestra de saliva para averiguar algo sobre tus antepasados o el riesgo de alguna enfermedad.
En algunos países, este tipo de pruebas domésticas solamente están autorizadas para investigar tu origen y tu árbol genealógico. Las pruebas médicas que proporcionan información sobre el estado de salud o los riesgos de enfermedad solo se realizan por médicos. Y hay muy buenas razones para ello, como podrás ver en los siguientes 8 puntos.
1. Estrés debido a resultados negativos
Aunque un resultado negativo, como un riesgo alto de cáncer de mama, no es una sentencia de muerte, puede sumir a los afectados en una grave crisis.
2. Falta de asesoramiento
Las pruebas genéticas domésticas resultan psicológicamente estresantes, ya que la persona afectada no tiene a ningún médico que le explique el resultado en términos reales o que le proponga un tratamiento preventivo o curativo.
3. Imprecisión de los resultados sobre el parentesco
Algunos investigadores comparan la validez de las pruebas genéticas en cuanto a la filiación con la falta de precisión de los horóscopos. Estas solo registran la medida en que el propio material genético corresponde a las variantes genéticas que se producen con frecuencia en determinadas regiones. En última instancia, los clientes tampoco obtienen ninguna información relevante, por ejemplo cuando se enteran de que el 0,2 por ciento de sus antepasados son escandinavos.
4. Falta de transparencia
Las diferentes compañías de pruebas genéticas llegan a sus resultados de diferentes maneras. Sus clientes desconocen la metodología.
5. Falta de seguridad de los datos
La seguridad de los datos está en riesgo de dos maneras: la letra pequeña de algunos contratos permite que la información genética de sus clientes sea vendida a terceros. Además, ya se han producido exitosos ataques de hackers a las bases de datos de este tipo de compañías.
6. Otras empresas se benefician con tu información
Por ejemplo, si la información genética se vende a compañías farmacéuticas, estas pueden desarrollar medicamentos específicos. Además, los resultados de las pruebas también tienen un gran potencial para que otras empresas vendan productos y servicios de forma dirigida.
7. Riesgo de discriminación
Si cierta información sobre tu estado de salud llega a manos de empleadores o aseguradoras, esto puede tener graves consecuencias para la persona en cuestión, tales como ser excluida de una oferta de trabajo, no renovarle su contrato, encarecer su seguro o negarle la compra de un seguro.
8. Subestimar la influencia del estilo de vida
En muchas enfermedades también juega un papel importante la forma de vida. Por ejemplo, si comes una dieta alta en grasas y desequilibrada, fumas y no haces ejercicio, las posibilidades de desarrollar una enfermedad coronaria son bastante altas, incluso si según la prueba genética no presentas este tipo de riesgo. En otras palabras, ni siquiera un resultado positivo de la prueba ofrece una certeza del ciento por ciento.
Las pruebas genéticas para uso doméstico tienden a ser cada vez más baratas (las "gangas" empiezan en 65 dólares), lo que también se debe al hecho de que en muchos casos los proveedores venden los datos de sus clientes a otras empresas. Como consumidor, debes ser consciente de que esto es cualquier cosa menos inofensivo. Además de las 8 razones mencionadas para no hacerse la prueba genética, no hay que olvidar que el ADN de todas las personas es 99 por ciento idéntico.