8 recetas básicas que todo el mundo debería conocer

Cuando alguien empieza a cocinar, suele pasar: invita a alguien a comer o quiere deleitarse con algo hecho por uno mismo y luego se desespera intentado hacer su primera receta.  

Pero en lugar de frustrarte cada vez que vayas a preparar un plato nuevo, puedes aprender un par de recetas básicas. Si las llegas a dominar, habrás recorrido un gran trecho. Papas fritas, col casera, pastel de chocolate... Un sólido recetario básico no solo es valioso en el día a día: además, podrás impresionar a tus invitados si estas las realizas bien. 

1. Papas fritas

Para las papas fritas, necesitas papas harinosas, mantequilla clarificada, sal y pimienta. Si gustas, puedes añadir cebollas o tocino. También necesitas una sartén profunda (con tapadera). 

Las papas fritas puedes hacerlas a base de papas crudas o precocinadas. Para que las papas crudas no queden pastosas, después de cortarlas, déjalas a remojo en agua fría y luego escúrrelas. Así, eliminarás el almidón, que de estar presente, funciona como espesante de salsas. Si las papas están precocinadas, déjalas la noche anterior en el refrigerador para que en la sartén se hagan crujientes. 

pint1

Calienta en la sartén una capa uniforme de mantequilla clarificada en el fuego más alto. No uses mucha mantequilla para que las papas no queden demasiado grasosas. Coloca las papas crudas y escurridas unas junto a las otras en la sartén y cubre inmediatamente con la tapadera. Unos 5 minutos después, remueve la sartén y vuelve a tapar. Disminuye el fuego. Si tus papas estaban precocinadas, puedes prescindir de la tapadera. 

Intenta remover las papas lo menos posible durante su cocinado. Añade la sal, pimienta, cebolla y tocino solo de 5 a 10 minutos antes del fin. 

Sous vide potatoes

2. Caldo 

Con las sobras de tus platos puedes preparar un buen caldo. Este puedes utilizarlo en muchas recetas y se almacena estupendamente en el congelador. 

Hierve las cáscaras de cebolla, zanahorias y restos de verduras con especias, como especias como clavo, pimiento y laurel en abundante agua con sal. Si lo prefieres, los restos de verduras pueden sofreírlos un poco antes. Cocina durante 2 horas a fuego lento. Finalmente, cuela el caldo a través de un paño de cocina limpio.

Naturalmente, para hacer tu caldo no tienes por qué usar las sobras: puedes utilizar un buen puñado de verduras frescas. Si añades restos de carne así como huesos, obtendrás un exquisito caldo de pollo o ternera. 

Draufsicht von Bouillon

3. Curry tailandés

Cada curry tiene un sabor único y por ello, vale la pena encontrar nuestro favorito. 

Para el curry tailandés, necesitamos una mezcla de champiñones, zanahorias, brócoli, guisantes y cebolletas al gusto. El pimiento, chile o calabacín también son idóneos para este plato. Además, necesitarás leche de coco y caldo de verduras (el doble de leche de coco que de caldo), pasta de curry, ajo, una lima, una vaina de chile y hierba limón.  

Corta la verdura en rodajas finas y sofríelas brevemente. En primer lugar, calienta la pasta de curry en la sartén. Luego fríe a fuego fuerte los champiñones, añade la leche de coco y el caldo de verduras y deja hervir. Condimenta con ajo, jugo de lima, chile y hierba limón, y cocina la verdura 10 minutos más hasta que esté cocida. 

Acompaña con arroz hervido. Si te gusta, añádele un poco de cilantro fresco al servir. 

pixabay

4. Spaghetti aglio e olio

Más sencillos que la pasta con tomate, pero una delicia culinaria: spaghetti con ajo y aceite de oliva. 

Para ello, necesitarás spaghetti o linguini, un buen aceite de oliva, (mucho) ajo, perejil fresco y una vaina de chile. 

Hierve la pasta en agua con sal durante menos tiempo que el que indica el paquete. Tienen que poder doblarse, pero sin estar cocinados del todo. Escurre la pasta y guarda un poco del agua de haberla hervido aparte. 

Sofríe el ajo y un poco de chile en aceite de oliva. Si dejas los dientes de ajo enteros, tendrán un sabor más suave y algo dulzón; si los picas finos, la pasta quedará más picante. Añade el agua de la pasta que antes apartaste, deja disolver, y finalmente añade los spaguetti hasta que queden cocinados del todo. Antes de servir, añádeles un poco de perejil picado. 

¡Para comer de inmediato!

Spaghetti Aglio, Olio e Peperoncino(ペペロンチーノ)

5. Filete empanado

El empanado correcto es esencial para conseguir el filete empanado perfecto. 

Pero antes tienes que aplanar bien el filete. Coloca una bolsa para congelados o film transparente de plástico sobre la carne y golpea con el fondo de una sartén hasta aplanar. No lo hagas con demasiada fuerza para que la carne no se desgarre. 

Salpimenta la carne, pásala primero por harina y luego por huevo (no demasiado batido). Finalmente, pásala por pan molido. ¡No aplanes el empanado bajo ningún concepto! Repite los dos últimos pasos (huevo y pan molido) si el empanado no te ha quedado suficientemente grueso. 

Fríe el filete empanado en mantequilla clarificada caliente. La mantequilla debe cubrir el filete. 

Wiener Schnitzel

6. Col morada

Naturalmente, puedes comprar la col morada en frasco. Pero si alguna vez has experimentado con hacer tu propia col sabrás lo fácil que es. Ante ti se abre el nuevo mundo de la conserva. La col morada es mejor hacerla, al igual que el caldo, en cantidades grandes.  

Para 1 kg de col morada, necesitas 2 manzanas dulces, 180 ml de vinagre de vino, 150 g de azúcar y 1 cucharadita de sal, además de clavo y laurel para condimentar. 

En principio, solo tienes que picar finamente la col morada, hervirla con los ingredientes restantes durante 10 minutos y luego dejarla reposar durante 2 horas. Si quieres un sabor más delicado, deja que las manzanas se caramelicen un poco con el azúcar de la olla previamente.

Cuanto más tiempo dejes en conserva la col, más suave estará. Además, con el tiempo madurará en cuestión de sabor; es decir, estará más sabrosa.

pixabay

7. Pudding de vainilla

El pudding de vainilla casero es muy diferente al que compras de paquete. 

Para este necesitas 500 ml de leche, 50 g de maicena, 50 g de azúcar, 1 yema de huevo y 1 vaina de vainilla.

Toma un par de cucharadas de la leche y mézclalas con la maicena y el azúcar hasta que adquiera una consistencia uniforme. Añade la yema de huevo. Raspa la vaina de vainilla y añádela a la leche sobrante. Hierve la leche mientras vas removiendo constantemente. Añade la mezcla de maicena y yema de huevo, deja cocinar brevemente y aparta del fuego. 

Para el pudding de chocolate, necesitas un poco menos de azúcar y cocina la leche con 50 g de chocolate y 1 cucharada de cacao en polvo.

pixabay

8. Pastel de chocolate

El pastel de chocolate se puede servir con el café o como postre. O para un cumpleaños. O un pícnic. Es decir, siempre.

Necesitas: 200 g de mantequilla (¡nada de margarina!), 200 g de chocolate negro (al menos con un 70 % de cacao), 4 huevos, 200 g de avellanas trituradas, 200 g de azúcar, 1 paquete de azúcar de vainilla, medio paquete de polvo de hornear y 1 pizca de sal. 

Derrite el chocolate con la mantequilla al baño maría. Mezcla con los otros ingredientes hasta que quede uniforme y echa la mezcla en un molde desmontable de horno. Hornea el pastel a 180 °C con calor superior e inferior activados durante 40 minutos. 

Una vez esté frío el pastel, puedes decorarlo con azúcar en polvo.

schoko-kuchen

Estas 8 recetas son una buena base para comenzar en el mundo de la cocina. Cocina y prescinde de productos preparados: ¡vivirás más sano y seguro que más tiempo!

Hablando de agua de la pasta, aquí te dejamos varios usos del agua de la pasta que te van a solucionar muchos problemas. 

Comentarios

Más de Nolocreo