8 consejos para mantener la comida fresca y evitar que le salga moho
Tu estómago empieza a rugir y entonces te diriges a la cocina. Una vez allí, abres el refrigerador, donde está almacenada la deliciosa comida que se te antoja en ese momento. La tomas y en una fracción de segundo te das cuenta de que "ESO" ha ocurrido de nuevo: tu comida tiene moho. ¿Cómo pudo suceder? ¡Acabas de comprar la fruta, las verduras, la mantequilla y demás!
De hecho, innumerables personas cometen errores al almacenar sus alimentos en el refrigerador o tratan de mantenerlos frescos con métodos ineficaces. ¿La consecuencia? Comida que se pudre rápidamente. Con nuestros 8 consejos, sin embargo, esto será cosa del pasado. Te mostramos cómo guardar la comida adecuadamente para que se mantenga fresca, jugosa y rica durante el mayor tiempo posible.
1. Verdura
Las zanahorias, las papas y otras verduras se ablandan o se echan a perder rápidamente en el refrigerador. Puedes evitar este problema guardando las verduras en una caja con arena en lugar de en el refrigerador e incluso cubriéndolas con arena, ya que esta conserva los vegetales y los mantiene frescos por más tiempo.
2. Cebolleta
Las cebolletas se secan rápidamente en el refrigerador. Sin embargo, durarán más tiempo en buen estado si se colocan en un vaso lleno de agua y se almacenan fuera del refrigerador.
3. Queso
Un buen trozo de queso fresco es superapetecible, ¿no crees? Por lo que es muy molesto descubrir que nuestro delicioso queso empieza a enmohecerse en la nevera antes de que nos lo terminemos. Sin embargo, si el trozo de queso se envuelve en papel de hornear y se almacena en el refrigerador, su proceso de descomposición será mucho más lento, ya que el papel de hornear permite que el producto se ventile, a diferencia de lo que sucede con otros embalajes como el de plástico o aluminio.
4. Fruta ya cortada
Si guardas fruta cortada en el refrigerador sin cubrir los cortes, verás que se seca muy pronto. La solución es bastante simple: toma la tapa de un envase en forma de cilindro para papas fritas, límpiala y haz una ranura para que puedas doblar la tapa más tarde.
Luego haz un agujero en la pieza de plástico en cada uno de los dos extremos de la muesca.
Corta una goma elástica y fíjala en los agujeros. Luego dobla la tapa, colócala en el corte de la fruta y fíjala con la goma elástica.
Pero también puedes usar la tapa sin hacerle una ranura, por ejemplo para una lima cortada por la mitad.
De esta forma, la fruta se conserva jugosa.
5. Futa cortada
Si el truco con la tapa del envase cilíndrico de papas fritas te lleva demasiado tiempo, también puedes mantener la fruta fresca con la ayuda de un palillo. Simplemente usa un palillo para volver a colocar el trozo cortado, por ejemplo de un limón.
6. Mantequilla
La mantequilla no debe guardarse sin su empaque o sin estar dentro de un recipiente, ya que de lo contrario se vuelve dura y rancia rápidamente. Es mejor dejar la mantequilla cortada en su envase o ...
... guardarla en una mantequillera. La regla básica para la mantequilla dicta guardarla en pequeñas porciones, porque así se agota con mayor rapidez y es menos probable que se eche a perder.
7. Jengibre
El jengibre tiene un aroma y un sabor fuertes e inconfundibles. Pero si esta raíz ya no está realmente fresca, pierde su sabor. Sin embargo, si la colocas en una bolsa con cierre para su almacenamiento y le extraes el aire con una pajita o popote, el jengibre conserva su sabor durante mucho tiempo.
8. Arándanos, frambuesas y otras bayas
Los arándanos, las frambuesas y otras bayas suelen estar a la venta en pequeños tazones de plástico. Si luego se colocan en el refrigerador, el desastre ocurre normalmente el próximo día: el moho. Pero puedes prevenir fácilmente este problema. Simplemente coloca un trapo de cocina en el tazón y esparce las bayas sobre él. La tela previene la formación de moho y mantiene la fruta fresca por mucho tiempo. No olvides lavar bien las bayas antes de comerlas.
¿Ya conocías todos los consejos o descubriste alguno nuevo? En cualquier caso, esperamos que tu comida, ya sea almacenada en el refrigerador o no, permanezca fresca y comestible durante el tiempo que lo necesites.