¿Una alternativa al papel higiénico? Todo lo que necesitas saber sobre las toallitas de tela.

¿Quién no recuerda esas escenas del comienzo de la pandemia en las cuales personas otrora pacíficas se peleaban por los últimos rollos de papel higiénico en la góndola de sus supermercados? Paralelamente al furor del papel higiénico normal, se ha ido lentamente desarrollando una alternativa ecológica: las toallitas de tela (en inglés "Tinkle Towels"). 

 

 

El objetivo de esta nueva tendencia es lograr una alternativa más sustentable al enorme gasto que supone el papel higiénico: una persona utiliza alrededor de 134 rollos por año, lo que significa unos 12 kilos de papel que se van por el retrete. Una toallita de tela, en cambio, puede reutilizarse. 

Las ventajas

Casi nadie lo sabe, pero se utilizan 10 litros de agua y se emiten 800 gramos de dióxido de carbono para producir 1 kilo de papel higiénico (en caso de que sea reciclado, esos números disminuyen un poco). A eso hay que sumarle los gastos de embalaje y transporte. En cambio, para las toallitas de telas puedes utilizar simplemente sábanas viejas u otras telas suaves que ya no necesites. 

Otra ventaja también viene del lado de la higiene: como las toallitas higiénicas pueden ser humedecidas, terminan limpiando mejor las zonas íntimas. 

Por último: la suavidad de las toallitas de telas es superior, algo especialmente importante para personas con piel sensible o con hemorroides. 

 

 
 
 
 
 
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Las desventajas

Sin embargo, no todo lo que brilla es oro y las toallitas tienen también algunas desventajas. Kelly Reynolds, experta en salud de la Universidad de Arizona, advierte acerca del peligro de contaminación cruzada. Al almacenar las toallitas es sumamente importante que los gérmenes no puedan esparcirse en el baño. Además, es aconsejable un lavado a temperaturas altas y con lejía.

De esta forma, una de las desventajas es que las toallitas representan más trabajo que el papel higiénico normal (al igual que los pañales de tela, que últimamente están muy de moda). 

 
 
 
 
 
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Al final termina siendo una decisión personal en base a los sacrificios que uno esté dispuesto a hacer por el medioambiente, el confort o la higiene. Más allá de eso, siempre está bien recordarnos que la higiene ahí abajo no depende exclusivamente del papel, tal y como otras culturas lo demuestran: en India, Malasia o en regiones árabes no se utiliza prácticamente papel higiénico. Así que ya sabes: en caso de que haya otra guerra por el papel higiénico, no hace falta volverse loco. 

Fuentes: crafty.diply, usatoday

Imágenes en miniatura: ©facebook/Bree Magazine ©instagram/petit_poh_zd 

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