Cómo detener el berrinche de un niño de inmediato

En general, los padres temen a los berrinches de sus hijos más que a la peste. Cuando los pequeños empiezan a llorar y a gritar por cualquier cosa, la vida se convierte en una pesadilla, ¡sobre todo si se trata de padres aprehensivos y cansados!

Pero en lugar de enfadarte y tratar de ignorar al niño o, por el contrario, castigarlo, existe un método más efectivo. La violencia, la rabia o la indiferencia solo provocarán que el niño se rebele contra ti. Obviamente, nadie desea empeorar las cosas.  

Los psicólogos han demostrado que si le haces una sola pregunta a tu hijo cuando tenga una crisis, será capaz de reflexionar sobre su conducta y, por lo tanto, de calmarse. 

Cuando tu hijo esté inmerso en un ataque de rabia, ponte de cuclillas a su lado y pregúntale: "¿El problema es pequeño, mediano o grande?". Los niños, incluso los más pequeños, pueden diferenciar los distintos tipos de conflictos. Uno muy grande no tendrá solución inmediata, mientras que uno pequeño puede ser resuelto al instante. Debes tomar la respuesta de tu hijo en serio. Después, pregúntale cómo podría solucionar el problema. No lo presiones, déjalo que se exprese con sus propias palabras. Normalmente se dan cuenta rápidamente de que solo es una rabieta.  

Los testimonios están documentados, ¡el método es eficaz!: esta madre afirma que vio de inmediato los beneficios de esta estrategia: un día, su hija empezó a llorar histéricamente porque no encontraba sus pantalones favoritos en el armario, los cuales se estaban secando.

"Cuando empezó a llorar su madre le preguntó: 'Alice, ¿se trata de un problema grande, mediano o pequeño?'. Cuando su hija le dijo que, después de todo, se había enfadado por nada, le preguntó cuál era la mejor solución. Sin dudarlo, la niña respondió que podía ponerse otros pantalones, y que usaría sus favoritos al día siguiente".

A menudo, a los niños no se les ofrece credibilidad ni confianza para resolver sus propios conflictos en el acto. Con paciencia y diálogo todo es más sencillo. ¡Adelante, papás, mucho ánimo!