Escalofriante idea para Halloween: una cabeza encerrada en un tarro

Una húmeda niebla se extiende sobre la ciudad. Los cuervos graznan sobre las chirriantes ramas, de las que se desprenden hojas secas, que acaban rendidas en el suelo. La época más oscura del año se aproxima con paso amenazante; nadie está a salvo. ¡Pero tú puedes aprovechar la oportunidad para hacer la fiesta de Halloween más loca! Esta idea para el día más escalofriante del año asustará al más osado:

Necesitas:

  • Cámara.
  • Impresora.
  • Papel plastificado.
  • Papel de hornear.
  • Plancha.
  • Tijeras.
  • Tarro grande con tapadera.
  • Colorante alimentario verde, rojo y amarillo.

Pasos:

  1. Toma tres fotos de la cabeza de tu "víctima": una frontal y dos de los laterales. Tu víctima debe tener para las tres fotos la misma expresión.
  2. Transforma las tres fotos con un programa de edición de fotografías en una foto panorámica. Imprime el resultado en papel normal y recorta un triángulo en las dos esquinas superiores. 
  3. Coloca la foto entre dos hojas de papel plastificado y un trozo de papel de hornear encima. Ahora fija la foto en el papel con la ayuda de una plancha. El papel de hornear protege tanto tu plancha como tu obra. 
  4. Recorta el papel plastificado alrededor del borde de la foto. Deja un pequeño margen en el plástico para que la foto quede protegida contra la humedad.
  5. Echa unas gotas de los tres colorantes alimentarios en el tarro y llénalo de agua caliente. Remueve bien el agua para que no quede ningún resto de color en el fondo. Ahora mete la foto contra el cristal del tarro y cierra la tapa. 

Si quieres lograr un efecto más dramático, puedes hacer una tanda de cabezas flotantes; por ejemplo, ¡de toda tu familia! ¡Tus vecinos lo van a flipar cuando vean los tarros en la puerta de tu casa! Quizás debas poner una advertencia antes de que se te llene la casa de sirenas...

Comentarios

Más de Nolocreo