¡Una pareja pasa 24 años construyendo la casa flotante de sus sueños!

Hace unas décadas, Catherine King y Wayne Adams, una pareja canadiense, tenían claro que querían compartir sus vidas de una forma diferente. Ambos son artistas —Catherine es bailarina, Wayne es escultor—  y tenían la esperanza de vivir dignamente de su arte. Pero como sucede con muchos artistas, la realidad era muy diferente y su sueño de tener su propia casa parecía muy difícil de alcanzar. Para ellos solo quedaba una solución: si no les alcanzaba para comprar una casa, la construirían con sus propias manos.

En 1992, la pareja dejó el ruido y las multitudes de la gran ciudad por la vida en las afueras. Para ser más exactos, se mudaron al océano. Durante los últimos 24 años, han estado haciendo la casa de sus sueños pieza por pieza: una maravilla flotante hecha casi exclusivamente con materiales que recogen de la basura o que son arrastrados por la marea; otros materiales los han adquirido mediante intercambios.

YouTube/Great Big Story

Además de las habitaciones donde viven, la casa incluye una pista de baile, un faro y cuatro invernaderos donde la pareja cultiva sus propias frutas y verduras durante todo el año. Para agregar un poco de proteína a su dieta, Wayne pesca regularmente en las generosas aguas que rodean su reino flotante.

Y si hace mucho viento para sacar el bote, Wayne simplemente deja caer el hilo de pescar por un agujero que hay en medio del salón, se recuesta y espera a que el pez muerda el anzuelo.

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Las casa flotante está equipada con paneles solares, y el agua fresca es recolectada en grandes depósitos o transportada desde una cascada cercana.

Debido a que no hay electricidad en el área, Wayne terminó por construir todo un complejo que consiste en 12 plataformas hechas a mano, sin usar una sola herramienta eléctrica. En lugar de anclas, la pareja ha usado unos amarres sujetos a la orilla de la playa para evitar que la valiosa casa de sus sueños simplemente se vaya flotando.

Pero la vida en esta isla artificial no siempre ha sido fácil. En un determinado momento, tuvieron que enfrentarse a una rata de 13 kilos que invadió la plataforma, y cuando trataron de criar sus propias gallinas, fueron atacadas por las aves rapaces de la zona.

Aunque la pareja ha desarrollado un estilo de vida perfecto para subsistir, se las siguen arreglando para ganar un poco de dinero de vez en cuando mediante la venta del excedente de frutas y verduras, así como sus obras artísticas en el mercado local.

A Catherine y a Wayne les hace muy felices compartir sus vidas con otras personas, y desde junio hasta septiembre su casa está abierta a los visitantes que quieran hacer un recorrido de 90 minutos en bote. Donde ellos viven no hay carreteras y la única forma de llegar hasta allí es por agua.

Aquí tienes un vídeo acerca de la pareja y su extraordinaria casa (en inglés):

Catherine y Wayne hicieron realidad su sueño de tener una casa propia y original. Seguramente les tomó más tiempo de lo esperado y tuvieron que superar muchos obstáculos, pero ambos están de acuerdo en que valió la pena. Incluso criaron a sus dos hijos en la isla, siempre les infundieron el amor por la naturaleza, algo que la mayoría solo podemos soñar. Y si alguna vez necesitan más dinero, pueden empezar a ofrecer hospedaje. No cabe duda de que serán unas vacaciones inolvidables. Seguramente hay gente que pagaría por una estancia en un espectacular escenario sobre un entorno único en el mundo.

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