20 historias cotidianas de clientes molestos

Quienes trabajan en tiendas, gastronomía o en el sector de los servicios no siempre lo tienen fácil. Las dificultades no solo se deben a los horarios de apertura, los turnos de fin de semana o el salario por hora, sino sobre todo a la clientela.

Hay clientes inteligentes y no tan inteligentes. Unos ponen la mitad de la mercancía en el carrito en la banda de la caja y desaparecen para coger el resto. Los "muy listos" ponen el carro vacío en la cola y regresan con otros dos llenos.

El cliente es el rey, pero algunos clientes son expertos en poner de los nervios a los vendedores. No siempre y no todos, pero sí de vez en cuando. Y eso puede ser bastante molesto.

En la siguiente lista encontrarás anécdotas sobre 20 clientes que, sin duda, hicieron que a los vendedores se les revolviera el estómago.

1. "Una clienta me preguntó muy groseramente si podía abrir una segunda caja, porque era abuela y por tanto no tenía tiempo por la tarde. Por la mañana, por supuesto, sería diferente".

2. "Tener que escuchar: '¡Oh, supongo que no cuesta nada!' cada vez que no se puede escanear un código de barras o falta la etiqueta del precio no es divertido, ¡es simplemente molesto!".

3. "Una vez se me acercó una clienta y me preguntó si se podía hacer algo con el precio de un pantalón porque tenía una pequeña irregularidad en el tejido que apenas se notaba. Tras consultarlo con el director del departamento, solo pudimos hacerle un descuento de unos euros, que ella rechazó y tras lo cual se marchó enfadada de la tienda porque le parecía demasiado poco".

4. "Una clienta entró en la tienda y nos dijo que nos había comprado un palo de escoba hace dos semanas y que lo había olvidado en la tienda. Cuando mi colega le informó de que no podíamos darle un palo de escoba nuevo, se puso a gritar e insistió en que se lo diéramos. Intentamos explicarle con calma que al menos debía mostrarnos un recibo, pero al parecer eso solo la alteró más. Cada vez se ponía más grosera y al final salió de la tienda muy enfadada. Y todo esto por un palo de escoba que cuesta 1,99 euros".

5. "Un hombre mayor me pidió una vez ayuda para encontrar sus fotos reveladas. Después de dárselas, me dio una palmada en el trasero y me dijo: 'Genial, ratoncita. Así se hace'".

6. "Un cliente entró en la tienda, se paró delante de mí y me dijo: '¡Pasta de dientes!' Después de decirle: 'Buenas tardes. ¿Cómo puedo ayudarle?', todo lo que recibí fue un gruñido. A continuación, le señalé en dirección a los productos de cuidado dental de forma enfáticamente amistosa y le deseé buen día".

7. "5 minutos antes de la hora de cierre, entró otro cliente y se llevó unas 10 prendas al probador. A pesar de que le dijeron que cerrábamos en unos minutos, se tomó un tiempo extra y luego dejó toda la ropa en el suelo del probador sin comprar nada. Tanto yo como la compañera de la caja tuvimos que trabajar más tiempo por ello sin cobrar y además limpiar el desastre que dejó".

fitting room #disaster ,we help our clients for hours and then this is what they do pic.twitter.com/5xDjTSfa

— Madeline Hope (@AdamsMadeline) 22. Dezember 2012

8. "Una vez, un cliente extremadamente antipático me pidió una "crema Fiji". Como no tenía ni idea de lo que estaba hablando, le pregunté para qué parte del cuerpo era la crema. El cliente se mostró bastante frívolo y dijo: 'Bueno, para la cara, ¿para qué más?' Después de pensarlo un momento, deduje que se refería a la marca "Vichy", y entonces le mostré las cremas de esta marca en el estante, pero apenas pude reprimir la risa".

9. "Son especialmente molestos los clientes que atacan a los cajeros por poner un precio incorrecto o no ponerlo, y en voz alta. Los errores en el sistema simplemente ocurren a veces y gritarles no ayuda. Casi nunca es culpa nuestra como cajeros".

10. "A menudo se me acercan clientes y me preguntan en tono de reproche: '¿Por qué ya no tienen este producto?'. Cuando les respondo que nunca lo hemos tenido disponible, se ponen agresivos y me amenazan con ir a comprar a otro sitio a partir de ahora".

Protection from the Covid-19 Coronavirus while stockpiling water at Wal-Mart

11. "Una clienta entró en la tienda y me puso delante de las narices un folleto con las ofertas de la semana siguiente porque quería un producto rebajado pero no lo había encontrado. Entonces intenté explicarle que ese producto no estaba disponible hasta la próxima semana, pero no entendió nada. Amenazó con quejarse con el director de la tienda y así lo hizo. Un poco más tarde, volvió triunfante con el producto porque el encargado de la tienda lo había sacado del almacén especialmente para ella, para evitar problemas".

12. "Me preguntan "¿trabajas aquí?" al menos 20 veces al día, a pesar de mi uniforme y mis etiquetas. Nada de "¡Buenas tardes!", "¡Hola!" o "¿Perdón?". Realmente es una mierda".

13. "Trabajo en una gran tienda de electrónica y me ocurre continuamente que los clientes se acercan al departamento para quejarse de que nadie les  ayuda en el otro extremo de la tienda. No quieren entender que no es mi departamento y que quizá no puedo ayudarles. No obstante, siempre intento mantener la amabilidad y acompañarles al departamento correspondiente, solo para comprobar que, efectivamente, hay un empleado allí que en ese momento está asesorando a otro cliente".

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14. "Un cliente se dio cuenta, tras el proceso de compra, de que aún tenía un cupón de descuento del 10% y preguntó si todavía podía canjearlo. Le dije que podía, pero que tendría que devolver todos los artículos y volver a escanearlos. Todo el proceso duró más de 5 minutos y no le importaron las caras de fastidio de los demás clientes. Su ahorro al final fue de 80 céntimos".

15. "El otro día una clienta pidió un latte macchiato. No pasaron ni 2 minutos desde que se lo llevé y se acercó a mí para quejarse de que no se podía beber. Pensé que tal vez estaba demasiado frío, en cambio el problema era que contenía leche y a ella no le gustaba nada la leche. Cuando le expliqué que un latte macchiato se compone principalmente de leche y un espresso, se limitó a repetir que era un asco y que odiaba la leche. Entonces debía ponerle más café, pero le dije que tendría que cobrarle el café extra. Le pareció una desfachatez, se enfadó muchísimo y salió de la tienda sin pagar nada".

16. "También son muy molestos los clientes que se niegan a darme su tarjeta de débito al pagar para que pueda cotejar su firma. Me dicen que es obvio que son los propietarios de la tarjeta".

17. "A menudo los clientes tampoco nos creen a los empleados que un determinado producto está agotado. Te fastidian hasta que corres innecesariamente al almacén y haces como que buscas, aunque sabes al 100% que el producto ya no está disponible".

18. "Mientras estaba en la universidad, trabajé en una gran tienda de moda. Estaba doblando unos pantalones sobre una mesa cuando, de repente, un hombre se sentó en medio de la mesa y los pantalones. Le pedí amablemente que se disculpara y se sentara en una de las sillas del guardarropa porque estaban especialmente diseñadas para ello. Se limitó a preguntar con desparpajo: '¿Por qué?'. Cuando le expliqué que estaba sentado sobre la ropa, siguió negándose, se puso agresivo y solo dijo que mejor fuera a la escuela para aprender a comportarme".

19. "Los clientes que rompen algo y luego intentan disimularlo, o que cambian de opinión justo antes de pasar por caja y se limitan a dejar la mercancía en alguna estantería son especialmente molestos. Encontrar carne cruda a temperatura ambiente en algún pasillo o deshacerse de una bolsa de arroz rota cuyo contenido se ha derramado por toda la estantería no es divertido".

20. "El otro día tuve un cliente al que no le gustó que tocara su tarjeta de crédito. No le gustaba que otros tocaran su tarjeta por razones de higiene y se puso muy grosero. Sin embargo, tuvo menos problemas con el bolígrafo para firmas y me lo quitó de la mano de buena gana".

Es probable que muchas de estas situaciones te suenen familiares, pero no tenía ni idea de lo estresante que resulta este comportamiento para los vendedores. Por supuesto, no solo hay clientes molestos, sino también aquellos que endulzan el día de los vendedores y hacen que este trabajo sea especialmente agradable.

Comparte tus experiencias con nosotros. ¿Qué otras historias conoces, ya sean agradables, extrañas o molestas? ¿Qué situaciones similares has tenido en las compras o en un café? 

Imágenes en miniatura: ©Flickr/Colony of Gamers ©Imgur/Thewatchfuleye