Se cosecha lo que se siembra: tips para cultivar tomates grandiosos
Las margaritas y los azafranes ya se han abierto paso entre el suelo frío y para alegrar el paisaje con su colores. Esto solo puede tener un significado, ¡la primavera ha llegado a muchas partes del globo! Para las personas que se toman muy en serio la jardinería, ya es tiempo de ponerse los guantes, tomar el rastrillo y la regadera y ponerse a trabajar. El tomate es una de las plantas más populares de los jardines. Es relativamente fácil cultivarlos, pero cosechar unos tomates enormes, rojos y jugosos, no es tan fácil como parece. Así que hemos recopilado algunos consejos prácticos que te ayudarán a sacarle el máximo provecho a tus plantas de tomate y disfrutar de una cosecha como nunca antes...
1. Variedad
Siempre es una buena idea preguntarle a un experto (alguien del vivero o de la tienda de jardinería) qué tipo de tomates es el mejor para las condiciones de cultivo de tu zona, por ejemplo, un área abierta con mucho sol o un balcón con sol limitado, etc. No todas las variedades que se ofrecen en una tienda especializada son aptas para todos los tipos de terreno.
2. La siembra
Ya sea que compres las plantas o que siembres las semillas, siempre tienes que dejarlas de uno a tres días en sus macetas antes de plantarlas. Esto permite que la parte superior crezca hacia arriba. Para plantarlas, haz una hoyo con una pala, que será el lecho de la planta. Entierra toda la planta, excepto la parte superior, que ya debe de estar mirando hacia arriba. Esto hará que la planta tenga mucho más fuerza.
3. Mantenimiento
Para proteger la planta del viento, rodéala con una jaula de alambre de 1.5 m de alto y unos 63 cm de diámetro. Puedes construirla tú mismo con alambre para valla y cerrarla con tiras de plástico ajustables. En la mitad de la jaula coloca un cubo con algunas perforaciones en el fondo y en los lados previamente hechas con el taladro. Hay que enterrar este cubo un poco y después llenarlo con agua, fertilizante y abono, los cuales se filtraran por los agujeros del cubo poco a poco.
4. Cuidados
Los tomates son plantas hambrientas y necesitan un montón de nutrientes, lo que significa que tienes que fertilizarlas regularmente. Es una buena idea usar un fertilizante a largo plazo justo después de sembrarlas, pero también es conveniente aplicarles pequeñas dosis regularmente. Después de la primera cosecha, debes alimentar cada planta con tres cucharadas de sulfato amónico. Debido a que las plantas crecen muy rápido, es importante cortar los brotes laterales que crecen en las axilas foliares con cierta frecuencia. Esto ayudará a que la fruta crezca aun más y madure con mayor rapidez.
En general, los tomates necesitan mucho sol, agua y nutrimentos. Requiere trabajo, pero al final vale la pena. Los jugosos tomates de jardín son mucho mejores que los que se venden en el supermercado.
Aquí tienes un vídeo (en inglés) que te muestra cómo proteger las plantas con el método del cubo y la jaula de alambre. ¡Mucha suerte con tu jardín!