"Long Covid": los efectos secundarios de COVID a largo plazo

El curso de la infección por COVID-19 es comparativamente con mayor frecuencia leve que grave. Sin embargo, los cursos leves pueden tener consecuencias drásticas para la vida de los afectados. Este fenómeno, que se ha subestimado durante bastante tiempo, es desconcertante para los médicos. 

Covid persistente o long covid: la sombra alargada del coronavirus

"Es la muerte en vida". "Esto no es vida, es solo estar presente físicamente". "Quiero recuperar mi vida de antes. ¿Qué puedo hacer?". "Nada volverá a ser como antes. Estoy desesperado". 

Los mensajes de las redes sociales son descorazonadores; los afectados se sienten abandonados y la medicina no ofrece respuesta. Muchas personas siguen sufriendo incluso después de haber superado la enfermedad. A veces durante meses. Se han recuperado, pero no están sanos.

"I never wonder to see men wicked, but I often wonder to see them not ashamed."
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Covid persistente también después de casos leves 

El COVID persistente es el fenómeno por el que la calidad de vida y el rendimiento de los pacientes se ven afectados de forma permanente. No está claro cuántas personas sufren COVID persistente y a pesar de que hay numerosos estudios que corroboran dicho fenómeno, sus métodos no son lo suficientemente consistentes para poder elaborar conclusiones. 

Lo que sí está claro es que cada vez más mujeres y hombres padecen COVID persistente. Además, también los casos leves de coronavirus también pueden resultar en COVID persistente. Casi 1 de cada 10 pacientes de COVID persistente apenas sufrieron síntomas durante el curso de la enfermedad. Estos aparecieron como efectos secundarios. 

En conclusión, la amarga realidad es la siguiente: aunque las variantes de coronavirus se debiliten con el tiempo y la tasa de mortalidad global haya disminuido, no se debe tomar la infección de COVID con ligereza. Además, las consecuencias sociales son también importantes. Las personas que sufren COVID persistente a veces se sienten incapaces de trabajar durante hasta un año, y muchos se ven en apuros para llegar a fin de mes. 

Los síntomas

El COVID persistente es un fenómeno muy complejo y no todas las infecciones por coronavirus son iguales. Dado que la enfermedad puede afectar a muchos órganos, los síntomas del COVID persistente son muy diversos. Sin embargo, los síntomas típicos son los siguientes:

  • Desórdenes mentales, tales como depresión o ansiedad.
  • Problemas circulatorios graves.
  • Cansancio constante.
  • Problemas de concentración (niebla mental)
  • Dificultad para respirar y capacidad de resistencia reducida.
  • Dolores musculares y articulares.
  • Trastornos del sueño.

Muchos pacientes relatan que después de realizar tareas sencillas en casa se sienten agotados durante el resto del día. Los movimientos bruscos provocan mareos, incluso las operaciones matemáticas más sencillas parecen irresolubles. Además, las personas sufren cansancio y nerviosismo constantes, lo que les impide conciliar el sueño. La depresión también puede perjudicar gravemente la calidad de vida, e impedir que se lleve una vida normal.

Tired.
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Covid persistente: ¿todo en la cabeza?

Muchos de los síntomas del covid persistente recuerdan a otra enfermedad: el síndrome de fatiga crónica (ME/CFS). Sin embargo, esta enfermedad apenas se ha investigado hasta ahora, por lo que faltan procedimientos de diagnóstico y terapias.

Por este motivo, tanto el ME/CFS como el long covid muchas veces son clasificados apresuradamente por muchos médicos como enfermedades psicosomáticas. Los afectados a menudo se sienten ignorados por este motivo.

De hecho, estudios recientes (aunque aún no confirmados) han identificado numerosos biomarcadores que sugieren que el long covid tiene efectivamente causas físicas. ¿Pero cuáles?

Posibles motivos del covid persistente 

Los investigadores que estudian el long covid aún no han podido aclarar el curso exacto de la enfermedad. Existen diversas teorías que podrían explicar la enfermedad:

  • Por un lado, los coronavirus podrían seguir activos en el tejido incluso después de la infección y desencadenar procesos inflamatorios "subterráneos", por así decirlo.
  • Por otro lado, el tejido o el suministro de sangre al tejido podría haber sido dañado permanentemente por la infección. Esto limitaría el funcionamiento del organismo. 
  • Otra hipótesis es que el sistema inmunitario sigue liberando mensajeros inflamatorios o anticuerpos aunque la infección ya haya terminado. Esto también influiría en el funcionamiento del organismo. 
  • La cuarta posibilidad que se discute habla de las enfermedades autoinmunes no diagnosticadas que puede haber activado la infección de coronavirus. Esto podría explicar la gran proporción de mujeres que padecen long covid, que son las más afectadas por las enfermedades autoinmunes. 

Como hemos mencionado anteriormente, no se sabe si son una, varias u otras razones totalmente diferentes las que derivan en long covid. Por este motivo, no existe una terapia y cada caso ha de estudiarse individualmente. 

Covid

Long covid y la vacuna

La vacunación no proporciona una protección absoluta contra la infección de coronavirus, y por tanto, tampoco contra el covid persistente. Sin embargo, este último se presenta con una frecuencia significativamente menor en las personas vacunadas dos veces que en las no vacunadas. Mientras que en el grupo de los no vacunados, aproximadamente una de cada diez personas infectadas sigue sufriendo los síntomas del coronavirus semanas después, en los totalmente vacunados es una de cada diez mil.

Además, las dosis adicionales de vacunas provocan una mejora de los síntomas en aproximadamente un tercio de los pacientes de Covid persistente.

Por supuesto, también hay que decir que la propia vacuna contra el COVID puede provocar Covid persistente. En este caso, también se denomina síndrome postvacuna. Los afectados con el síndrome tienen que luchar con una doble estigmatización: por un lado, los defensores de la vacunación suelen desconfiar de la credibilidad de los pacientes con síndrome postvacuna. Por otra parte, los opositores a la vacunación tienen todavía más argumentos a su favor.

Sin embargo, los médicos expertos parten de la base de que los pacientes que padecen el síndrome postvacuna probablemente también habrán contraído long covid después de una infección; en principio, la vacunación se trata de la misma reacción inmunitaria. Por lo tanto, el efecto protector de la vacuna también prevalece en el caso de long covid.

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¿Qué pueden hacer los afectados?

Hasta hoy no existen terapias reconocidas para el covid persistente, e incluso para los médicos se trata de un cuadro clínico desconocido. Por ello, el paciente debe buscar a especialistas que puedan tratarles los síntomas individuales. 

Estas medidas pueden ir desde medias de compresión hasta suplementos nutricionales y medicamentos, pasando por lavados de sangre.

Hay consultas especializadas en long covid en muchas ciudades. Además, algunas compañías de seguros médicos ofrecen líneas de atención telefónica para dicha enfermedad. Los grupos de afectados pueden también ayudar a obtener información importante e intercambiar ideas en las redes sociales. En ningún caso debes dejar que se ignoren tus síntomas y atajarlos enseguida. 

Conclusión

Parece que el covid persistente nos acompañará aún durante un tiempo en forma de sombra pandémica. Es importante, por esto mismo, que tengamos consideración y cuidado para con los demás. 

Fuentes: schnellgesund, deutschlandfunk, netdoktor
Imágenes en miniatura: ©flickr/Andy Bullock ©flickr/Antonio Rubio

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