Cuatro razones para guardar tu smartphone antes de irte a la cama
Alguien está acostado en la cama con su smartphone mientras revisa emails, redes sociales, chatea, juega a algún videojuego... ¿Te suena familiar? Para muchas personas es parte del ritual a la hora de acostarse.
Solo muy pocas personas se preguntan si este hábito podría tener efectos negativos en su salud. Y sentimos decirte que es así. Es conveniente que conozcas los cuatro más importantes:
1. Destruye las células del cerebro, literalmente
Usar el teléfono antes de dormir impide que tu "materia gris" tenga el tiempo que necesita urgentemente para regenerarse. En poco tiempo, notarás que tu memoria no es tan buena como solía ser. Asimismo, se reducirá tu capacidad de concentración. Y, finalmente, tu habilidad para resolver problemas y pensar claramente se verá afectada.
2. Envía un mensaje a tu cerebro: ¡no te duermas!
El tipo de luz que emana de la pantalla puede causarte serios problemas para dormir. Esta luz provoca que tu cerebro suprima la hormona del sueño, la llamada melatonina. Por lo menos sería conveniente bajar una aplicación que modifique la intensidad de dicha luz, como esta.
3. La duración y la calidad del sueño se reflejan en tu salud física
El hábito obsesivo de pasar mucho tiempo con el smartphone antes de irse a la cama afecta la producción de insulina, lo que provoca un incremento del apetito y, por lo tanto, sobrepeso. Esto, a su vez, puede producir una sensación permanente de cansancio. Un pequeño círculo vicioso.
4. Y nunca duermes lo suficiente
Una consecuencia lógica de usar el teléfono antes de irte a la cama es, obviamente, que duermes menos. Pero tienes que levantarte a la misma hora, así que... duermes menos en general. Al día siguiente estás cansado e irritable, y empiezas a acumular problemas de salud cada vez más serios.
¿Significa esto que no puedes usar el teléfono nunca antes de irte a la cama? No, claro que no. Pero cada vez hay más evidencia de que es bueno para tu salud (¡y para tu apariencia!) apagar el teléfono una hora antes de acostarte. ¡Si eso significa comprar un reloj despertador, pues hazlo! ¡Por algo existen!
Es una oportunidad perfecta para ponerle un poco más de atención a aquella persona que duerme en la misma cama que tú, leer un buen libro, o hacer algo que casi nunca nos permitimos: simplemente acostarte, relajarte y pensar en lo que sea.