8 cosas que debes evitar para proteger tus dientes
Nada hace más atractiva una sonrisa que unos dientes blancos y brillantes. Aunque en gran medida es la genética la que determina unos dientes bonitos, el cuidado dental personal también juega un papel decisivo. Hay algunos errores típicos que debes evitar para proteger tus dientes de enfermedades como la caries o la gingivitis. Si evitas los siguientes 8 errores, contribuirás a mantener tus dientes sanos el mayor tiempo posible.
1. Ignorar el mal aliento.
El mal aliento suele ser un signo de mala higiene bucal. Ignorarlo puede causar problemas o agravar los ya existentes. Por eso es importante tratar el mal aliento lo antes posible.
Para saber si tu aliento huele mal, lame el interior de tu muñeca y espera a que la saliva se seque. Si la zona desprende un olor parecido al del azufre, es probable que tengas mal aliento. Pero no te preocupes, con estos sencillos remedios te librarás del mal aliento.
2. Cepillarse directamente después de la comida.
Usar el cepillo y la pasta de dientes justo después de la comida tiene un efecto negativo en la dentadura. Especialmente si tu menú incluía alimentos ácidos, debes esperar al menos 30 minutos antes de cepillarte los dientes, para no atacar el esmalte innecesariamente. Esto se debe a que el ácido de los alimentos ablanda el esmalte, que luego puede eliminarse con el cepillo de dientes. Sin embargo, si esperas 30 minutos, el esmalte vuelve a endurecerse con la ayuda de la saliva y el cepillo no lo afecta.
3. No cepillarse lo suficiente.
Si solo te tomas 30 segundos para cepillarte los dientes, no deberías sorprenderte si tienes problemas dentales. Los dientes no pueden limpiarse adecuadamente en tan poco tiempo. Se recomienda cepillar durante 30 segundos por zona (es decir, arriba a la izquierda, abajo a la izquierda, arriba a la derecha y abajo a la derecha), por lo que deberías terminar después de unos 2 minutos. Lo ideal es utilizar un cepillo eléctrico que te avise mediante una alarma de vibración cuando sea el momento de cambiar de lado. También se apaga automáticamente después de 2 minutos.
4. Cepillado demasiado vigoroso.
Algunas personas abusan del cepillo de dientes a la hora de la limpieza bucal. Sin embargo, esto daña el esmalte y hace que los dientes sean más sensibles. Por lo tanto, menos presión es más. También es útil elegir un cepillo de dientes con el grado de dureza adecuado para ti. Para saber cuál es, lo mejor es que pidas consejo a tu dentista.
5. Enjuagar la boca después del cepillado.
Después del cepillado, muchas personas se enjuagan de nuevo la boca con agua. Sin embargo, según los dentistas, esto es contraproducente, ya que la pasta de dientes contiene importantes fluoruros que inhiben el crecimiento bacteriano y ayudan a almacenar minerales en el esmalte dental, lo que lo fortalece. Por lo tanto, es mejor evitar el enjuague. Esto puede resultar un poco inusual al principio, pero puede reducir el riesgo de caries hasta un 25 %.
6. Beber después del cepillado.
Por supuesto, después de lavarte los dientes por la mañana, acabarás comiendo y bebiendo algo de nuevo. Sin embargo, es mejor abstenerse de hacerlo por la noche. Incluso una taza de té de frutas puede tener un efecto negativo en los dientes, ya que los restos se adhieren a ellos durante la noche, favoreciendo el crecimiento bacteriano y la formación de placa. Por lo tanto, la pasta de dientes debería ser siempre el último sabor de boca por la noche.
7. Seguir utilizando el cepillo de dientes después de un resfriado.
Durante un resfriado, se depositan numerosas bacterias en el cepillo de dientes. Si no se sustituye el cepillo de dientes después de que el resfriado haya desaparecido, las bacterias se multiplicarán posteriormente y posiblemente causarán otra infección más adelante. Por lo tanto, el cepillo de dientes debe ser sustituido por uno nuevo después de un resfriado.
8. No cambiar el cepillo de dientes con suficiente frecuencia.
Independientemente de si estás resfriado o no, las bacterias se acumulan en tu cepillo de dientes después de cierto tiempo. Por lo tanto, debe ser sustituido con cierta frecuencia: se recomienda cada tres meses. Sus cerdas también son un indicio de que debe ser reemplazado. Si están deshilachadas o abiertas, ya no pueden limpiar los dientes correctamente, por lo que es absolutamente necesario sustituirlos.
Cepillarse los dientes dos veces al día no es suficiente para mantenerlos sanos. Como puedes ver, hace falta mucho más que eso. No solo la forma de cepillarse, sino también la dureza del cepillo o la presión ejercida juegan un papel crucial en el cuidado dental. Sin embargo, si se evitan los 8 errores mencionados y se acude al dentista con regularidad, tendrás unos dientes bellos y fuertes.