7 pequeños errores que hacen que los niños no se sientan queridos

Con el paso de los años, cada vez más situaciones nos enseñan que a menudo son las pequeñas cosas las que pueden marcar una gran diferencia. Así, los gestos apenas perceptibles influyen no solo en el contacto con colegas o amigos, sino también en la relación entre padres e hijos.

 
 
 
 
 
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Ein Beitrag geteilt von Katarina Stamenković (@stamenkovic_katarina95) am

Pero incluso hay cosas inconscientes, a las que nosotros mismos no prestamos atención, que los niños pueden interpretar erróneamente y, por tanto, llevar a malentendidos. 

En el peor de los casos, el niño no se siente querido o tomado en serio. Por ello, debes procurar evitar los siguientes errores en la educación de tus hijos. 

1. Cercanía física insuficiente 

Aunque se pueda tener la impresión de que el niño ya es independiente y ya no necesita tantos "arrumacos", puede no ser cierto. Porque en las situaciones estresantes o al despedirnos, la ternura es importante. Esta refuerza el desarrollo social y emocional del niño. Además, los abrazos o besos reducen el estrés del niño y le dan sensación de seguridad. 

 
 
 
 
 
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2. Interrumpirlo

Así como no quieres que te interrumpan cuando estás hablando con otro adulto, también es descortés hacerle lo mismo a tu hijo cuando está contando una historia. Este puede sentirse rápidamente incomprendido o menos amado. Es mejor dejar que el niño termine y luego expresar tu opinión o hacer una pregunta. Tu ejemplo también enseña al niño a respetar a los demás y dejar que terminen sus narraciones.

3. Falta de contacto visual

Especialmente cuando los niños hablan de sus experiencias del día, uno debe mantener contacto visual directo con ellos. De esta manera el niño sabe que tiene toda tu atención. Esto también es importante para el adulto, pues así no se pierde ninguna información importante.

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4. Smartphone en la mano

Al igual que la falta de contacto visual, distraerte con tu smartphone también tiene un efecto en la relación con tus hijos. Cuando estás con ellos, el foco debe estar en ellos y no debes distraerte con tu celular. Especialmente durante la primera hora en la que ves a tu hijo después de clase. Escúchalos para fortalecer tu relación con ellos.

5. Falta de disciplina

La disciplina y la obediencia son importantes para la educación del niño y, aunque las palabras suenen muy estrictas, no tienen nada que ver con el castigo físico o las regañinas. La disciplina significa únicamente que las normas y las posibles consecuencias son la base de una educación equilibrada. Las reglas claras y las rutinas diarias, como el cepillado diario de los dientes o la cena juntos, ayudan al niño y (subconscientemente) le muestran que se le valora y cuida.

 
 
 
 
 
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6. Estrés por la tarde

Además, es importante que los días se planeen y se lleven a cabo de acuerdo con una rutina. En los primeros años los niños necesitan una rutina diaria; de lo contrario, pueden experimentar una sobrecarga sensorial. Por este motivo, no planees actividades o encontrarte con amigos todas las tardes; el niño debe pasar también tiempo con la familia. Los horarios de comida y de irse a dormir son, por ejemplo, buenos para estructurar el día a día del niño. 

7. Pocas sonrisas

Algo que muchos padres olvidan cuando se ven inmersos en el estrés diario es sonreír a sus hijos. A veces no es necesario decirles mucho; solo una sonrisa sincera. Así les transmitimos que los amamos y que nos gusta tenerlos cerca. Los hacemos felices no solo a ellos; también a nosotros mismos. 

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En épocas de estrés es fácil olvidar estas cosas, pero es importante recordarlas para que los niños se sientan queridos. 

Créditos:

eat move feel

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