7 cosas que nunca debes tirar en el inodoro

Si bien los inodoros están hechos para transportar cantidades enormes de excrementos humanos, a menudo reciben desechos de otra índole que les impiden hacer su tarea correctamente. Si quieres evitarte la molestia de tener que llamar a un fontanero a media noche, es importante conocer las causas de la mayoría de los problemas en el alcantarillado. 

Aquí tienes siete cosas que definitivamente nunca deberías arrojar al inodoro.

1. Toallitas húmedas de bebé o para limpieza corporal

El creciente consumo de toallitas húmedas, incluidas las de bebé y las de limpieza facial, está provocando serios problemas en los sistemas sépticos. A diferencia del papel higiénico, las toallitas húmedas están hechas de fibras sintéticas y de viscosa, por lo que son muy resistentes y no se rompen con facilidad. 

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Cuando estas toallitas se arrojan al inodoro, tienden a enredarse con otras del mismo material en la tubería de desagüe y pueden crear amasijos de residuos apestosos de hasta dos metros de largo, que terminan bloqueando los surtidores del sistema de alcantarillado. Incluso las toallitas húmedas "degradables" pueden taponar las tuberías y causar costosos daños a toda la infraestructura del alcantarillado. 

2. Productos de higiene femenina

En la mayoría de los servicios de mujeres se advierte por escrito de que no se deben arrojar toallas sanitarias ni tampones en el váter. Otros artículos, como pañales y condones, resultan igual de problemáticos, ya que no se degradan con el tiempo. 

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3. Bastoncitos de algodón

Aunque los bastoncitos para limpiarse las orejas son pequeños, representan una gran amenaza, ya que pueden bloquear los surtidores del alcantarillado muy fácilmente, de manera que llegan a interrumpir la corriente de desechos hacia la planta de tratamiento de aguas negras, donde es imposible recolectarlos. Al final, terminan en otros cauces naturales como arroyos, ríos y lagos. ¡No te olvides de esto la próxima vez que te limpies las orejas!

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4. Medicamentos

A menudo, se arrojan al inodoro ingredientes farmacéuticos que se expulsan sin ser modificados, así que es inevitable que cierta porción de estas sustancias terminen en el agua del inodoro. De igual forma, los medicamentos que se vierten por el lavabo y en el fregadero de la cocina incrementan la concentración de agua sucia y pueden afectar el medio ambiente. 

Las plantas de tratamiento modernas solo pueden eliminar parcialmente los medicamentos, y en algunos casos resulta imposible. En promedio, solo el 40 por ciento de las sustancias pueden ser eliminadas; por lo tanto, es probable que el agua que purifican las plantas de tratamiento sigan conteniendo residuos de medicamentos, mismos que terminan en el agua del subsuelo. 

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Estudios científicos han mostrado que incluso pequeñas concentraciones de ciertas sustancias farmacéuticas tienen un impacto negativo en el medio ambiente. Aproximadamente 150 sustancias activas han sido detectadas en ríos y lagos, por ejemplo. También se encontraron analgésicos, antibióticos y hormonas, aunque en menos cantidad. En las aguas subterráneas se hallaron alrededor de 40 sustancias distintas, incluidos analgésicos y elementos de contraste de rayos X. 

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5. Pinturas, barnices y químicos

Ciertamente, pinturas, barnices y químicos no deben correr por las tuberías del desagüe, ya que pueden generar gases tóxicos o explosivos en el alcantarillado y poner en peligro la vida de los trabajadores que le dan mantenimiento. Además la estructura de los edificios y la tecnología del sistema de desagüe público pueden resultar dañadas. 

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Al igual que los medicamentos, en las plantas de tratamiento las sustancias químicas no suelen eliminarse del todo de las aguas residuales, solo parcialmente, así que terminan en la naturaleza. Además es muy probable que contengan sustancias tóxicas para los microorganismos, por lo que ponen en peligro el proceso de biodegradación. 

6. Los desechos del gato

Aunque parezca lógico tirar los desechos del gato al váter, los excrementos mininos son perjudiciales para el desagüe y el medio ambiente. Las heces del gato tienden a expandirse al entrar en contacto con el agua, lo que dificulta su transportación a través del alcantarillado; a esto hay que añadirle que la caca por sí misma propaga muchas bacterias nocivas a los océanos y ríos. 

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7. Desperdicios de comida, aceite, grasa

Los restos de comida arrojados a la taza de baño, así como las grasas y los aceites de cocina que se vierten en el desagüe del fregadero de la cocina después de lavar las ollas y las sartenes, atraen a las ratas. Y por si fuera poco, las grasas se enfrían, se solidifican y se quedan pegadas en las paredes interiores de la tubería.

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Debido a que las grasas y el aceite actúan como adhesivos, es muy fácil que los residuos se acumulen dentro de las tuberías del desagüe y formen muchas capas hasta estrechar el espacio y provocar un gran atasco. Incluso las tuberías más modernas tienen dificultades para eliminar esas capas de grasa. 

Las consecuencias

Lo que arrojamos en el inodoro y en el fregadero pasa a formar parte del circuito hidráulico. Solo imagina que se vierten todos los desechos que hemos mencionado directamente en el río o lago más cercano. Inconcebible, ¿cierto?

Como hemos visto, este tipo de negligencias daña la red de alcantarillado, incluyendo su maquinaria y equipo. Además tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Todo esto conduce a la mala calidad del agua e incrementa el precio de la misma debido al trabajo extra de manutención. 

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Estos son solo siete ejemplos de lo que más se vierte en el inodoro. Así que la pregunta vuelve a surgir: ¿qué es lo que sí se puede arrojar a la taza de baño? La respuesta es simple y tiene que ver con el fin para el que fue inventada: "eso" marrón o amarillo y papel higiénico biodegradable. 

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