Alternativa a la Viagra: tratamiento natural a base de sandía
¿Existe algo más fabuloso que pasar tiempo a solas con la persona que amas? Cuando la atracción da lugar a la intimidad y esta, al erotismo, algo realmente mágico puede surgir entre dos personas; esto va más allá del nivel puramente físico. En esos momentos, la vida cotidiana queda en un segundo plano y lo único que importa es el aquí y el ahora con tu pareja.
Por esa razón, es una pena cuando momentos como esos se ven arruinados a causa de problemas físicos. Para muchos hombres, la incapacidad de concretar el acto sexual es un tabú, ya que está relacionado con un sentimiento de fracaso. Además, con la edad aumentan los problemas de impotencia, conocidos como disfunción eréctil, cuya aparición puede acabar con el momento más romántico. Afortunadamente, existe un remedio sencillo y natural que no tiene la presentación de una pequeña pastilla azul; pero en cambio, se encuentra en uno de los postres preferidos por todos.
El zumo de sandía es conocido desde hace mucho tiempo como un remedio natural para tratar la impotencia. Este puede tener verdaderos efectos positivos en casos leves de disfunción eréctil y, en general, ayuda a los hombres a tener una potencia sexual más duradera. El jugo incrementa los niveles de arginina en el organismo, lo que mejora la circulación. Los beneficios para la vida de nuestro amado son evidentes.
Aquí te decimos cómo preparar una bebida dulce y refrescante, que además enriquece la atmósfera de tu dormitorio.
Vas a necesitar:
- 1 colador.
- 1 vaso de agua.
- 1 licuadora o trituradora de mano.
- Agua.
- 1 granada.
- 1 sandía.
- Zumo de limón (para condimentar).
Así lo preparas:
Corta la sandía en rebanadas o divídela en dos partes y extrae toda la pulpa de la fruta. Después agrega la sandía y las semillas de granada en la licuadora en proporción 2:1.
Si lo deseas, puedes agregar un poquito de jugo de limón. Licua la mezcla hasta obtener una consistencia líquida.
Si no te gustan las semillas de sandía, pasa el zumo por un colador. Sin embargo, las semillas también favorecen la circulación de la sangre y pueden ser licuadas fácilmente, solo tienes que aumentar el tiempo de la trituradora.
Tu cuerpo absorberá mejor los nutrientes si bebes el zumo en las mañanas, con el estómago vacío; o en las noches, antes de la cena.
Un vaso todos los días, y muy pronto podrás notar los buenos resultados. A veces, las mejores soluciones se encuentran en la naturaleza. Y ahora...¡que te lo pases en grande!