Acaba con los poros abiertos de 7 sencillas formas
Los poros abiertos o dilatados son la pesadilla de nuestro cutis desde que entramos en la pubertad: cuando acumulan suciedad e impurezas, se convierten en temidos puntos negros y acné. Además, contribuyen al exceso de grasa en nuestra piel. ¡Todo un horror!
Para empeorar la cosa, las causas de la aparición de poros abiertos no están del todo claras. Puede deberse a las hormonas, la propia genética de la persona, el estrés e incluso factores ambientales. Pero la buena noticia es que no tienes que recurrir a métodos drásticos para deshacerte de ellos: existen muchos remedios naturales que puedes hacer en tu casa, ¡y que además funcionan!
Some help for your huge damn pores: http://t.co/4kOGakvJra pic.twitter.com/PMjUEyTaM7
— Women's Health (@WomensHealthMag) 14. April 2015
Por supuesto, una buena limpieza y exfoliación es fundamental para eliminar la suciedad del cutis... y para que resulte todavía más efectivo, nosotros te presentamos 7 remedios que te ayudarán en tu cruzada contra los poros:
1. Suero de leche o proteína de Whey
El suero de leche o proteína de Whey te ayudará a cerrar los poros abiertos de tu piel. Para administrarlo, lávate bien la cara con agua y aplícate el suero en el rostro con un algodón. Déjalo reposar en tu piel durante 20 minutos y aclara con agua templada o fría. Realiza este procedimiento todas las noches antes de ir a dormir.
2. Loción de salvia
La loción de salvia reduce el exceso de grasa de la piel y minimiza los poros abiertos. Además, tiene propiedades astringentes y antisépticas. Para disfrutar de sus beneficios, solo tienes que preparar una infusión de salvia y aplicarla con un algodón o un paño por todo el rostro.
3. Papaya
Puede parecer raro, pero lo cierto es que esta fruta ayuda a cerrar los poros. Para sacar el máximo beneficio de la papaya en tu piel, lava bien el rostro primero y después frótate el cutis con la parte interior de la cáscara de una papaya. Déjalo actuar por 15 minutos y acto seguido aclara con agua templada.
4. Mascarilla de arcilla
Quizá este remedio te resulte algo más familiar. Es muy sencillo: solo tienes que remojar la arcilla blanca o verde con un poco de agua y aplicar la pasta en tu rostro con un pincel o brocha. Deja que actúe durante 15 o 20 minutos. Acto seguido, retira la pasta suavemente con agua templada. Aplica esta mascarilla una vez a la semana, o como máximo dos veces.
5. Harina de almendras
Si no la encuentras en tu supermercado o tienda de productos naturales, puedes hacerla tú mismo. Muele un puñado de almendras hasta conseguir un polvo. Después, añade un poco de agua y aplica la pasta resultante con suavidad sobre el rostro. Déjala actuar 30 minutos y después retira la pasta con agua templada. Repite este tratamiento dos o tres veces por semana.
6. Jugo de limón
El limón tiene numerosos beneficios para la piel, pero hay que tener cuidado de no exponerlo al sol ya que puede ser peligroso. Por eso, aplica el siguiente tratamiento por las noches: con un algodón, aplica jugo de limón por todo el rostro dando suaves toquecitos. Déjalo actuar 10 minutos y aclara con agua templada. Ten cuidado de que no entre en contacto con los ojos.
7. Clara de huevo
Para aplicarla en la piel, forma una pasta cremosa con clara de huevo y una cucharadita de maicena. Mezcla bien hasta que no queden grumos y aplica una capa uniforme de la pasta por todo el cutis. Déjalo actuar 20 minutos y enjuaga con agua templada.
Ahora solo tienes que ir a la despensa y ver cuál de todos estos ingredientes tienes ahí escondido... ¡o probarlos todos y ver cuál se adapta mejor a tu piel! Como ves, no hay necesidad de recurrir a caros productos cosméticos: siempre hay una opción más natural y menos agresiva con nuestra piel. ¡Dale una oportunidad y dile adiós a los poros abiertos!