5 características de los padres "cortacésped"
Extraño pero cierto: hay padres que pasan más tiempo organizando los horarios de sus hijos que los suyos. Hasta cierta edad de los niños, esto es comprensible. Pero si todavía lo hacen con sus "pequeños" de 12 años, deberían reflexionar sobre si no pertenecen a la especie de los llamados padres "cortacésped".
Al igual que los famosos "padres helicóptero", los padres "cortacésped" también sobreprotegen a sus hijos. Sin embargo, este tipo de padre se caracteriza además por "segar" todos los obstáculos que se interponen en el camino de sus hijos, de ahí el término "cortacésped". Para lograrlo, los padres se esfuerzan por controlar todos los aspectos de la vida de sus hijos. Como verás en los siguientes 5 puntos, esto comienza con clases de todo tipo para bebés, que luego continúan en los años de jardín de infantes y escuela, con consecuencias devastadoras para los niños.
1. La manía de la educación temprana
Natación para bebés, masaje para bebés, estimulación temprana, música y mucho más: los padres cortacésped participan en todos los cursos disponibles. Algunos bebés toleran bien un programa excesivo de clases y actividades, otros muestran signos de estrés y sobrecarga, porque su ritmo diario está dictado por las citas o perturbado por ellas, y se ven constantemente inundados de estímulos.
Para los padres, sin duda se trata en parte de pasar "tiempo de calidad" con su bebé y reforzar el vínculo entre ellos. Pero, en muchos casos también se trata de preparar al bebé para que aprenda a hacer cosas lo antes posible.
2. El horror de las tareas escolares
Por un lado, este tipo de padres sobreprotectores se interesan mucho por el rendimiento académico de sus hijos; pero por otro lado, crean mucha presión. Rara vez pueden tolerar que el niño haga las cosas por sí mismo y a su manera. En cambio, intervienen constantemente, por ejemplo, recordando siempre a su hijo las tareas que tienen que hacer y las fechas de los exámenes y, en caso de duda, haciendo ellos mismos los deberes para asegurarse de que no tienen errores.
Los efectos secundarios indeseables de este tipo de control parental son que los niños no aprenden a organizar sus deberes escolares y tienen la sensación de que no son lo suficientemente buenos para gestionar sus tareas por sí mismos. En consecuencia, también se rendirán más rápidamente cuando una tarea parezca difícil.
3. Interferencia en los conflictos
Actualmente, se ven muchos más padres sentados con en la caja de arena del parque que los que hablan con otros adultos en un banco cercano. La proximidad al niño no solo se utiliza para jugar juntos, sino también para interferir en la interacción de su propio hijo con los demás. Muchos padres no soportan en absoluto que dos niños se peleen por una pala. No solo se preocupan por defender a su propio hijo; también quieren evitar que su hijo se comporte de forma "antisocial" (por ejemplo, que no se niegue a compartir sus juguetes) para que no sea excluido del círculo de niños.
Sin embargo, si intervienes en cada conflicto, desde los de la caja de arena hasta la discusión con los amigos del colegio, es evidente que el niño no tendrá la oportunidad de desarrollar las habilidades necesarias para llevarse bien con otras personas. Si alguien le dice siempre cómo debe comportarse con los demás, tampoco podrá empatizar con otras personas.
4. Evitar la frustración
El gran temor que se cierne constantemente sobre los padres cortacésped es que el niño pueda experimentar una decepción, ya sea en cuanto a su propio rendimiento escolar y deportivo, o en sus amistades y relaciones. El gran problema es que es simplemente imposible controlar cada paso desde la cuna hasta la tumba. Porque siempre surgen contratiempos imprevisibles. Incluso si controlaras lo que hace tu hijo todo el tiempo, las cosas no siempre funcionarían como tú te lo esperas.
Si llega un día en que el niño tiene que repetir curso o le deja la primera novia, y los padres cortacésped no pueden arreglar el problema, el hijo estará indefenso ante esta decepción y no habrá desarrollado ningún mecanismo de afrontamiento. En el peor de los casos, desarrollará entonces graves daños psicológicos.
5. Grandes expectativas
Probablemente la frase paterna más antigua del mundo "solo quiero lo mejor para ti" también resume perfectamente la motivación de los padres cortacésped, pero de forma exagerada. Una de las razones puede ser que estos padres están seguros sus hijos de que se enfrentarán a una vida más dura que la de ellos. Ni siquiera un título de licenciatura es garantía de un trabajo bien remunerado. Además, aunque encuentres un buen trabajo, suele ser por un periodo limitado, mientras que para la generación de nuestros padres era bastante normal trabajar en el mismo empleo durante décadas.
Por supuesto, es difícil para los padres mantener la calma cuando se trata del bienestar de su propio hijo. Pero no te haces ningún favor a ti mismo ni a tu hijo interviniendo ante cada peligro y posible problema. Un niño aprende cometiendo errores, aunque no sea un camino agradable. Eliminar obstáculos como una podadora de césped para que no molesten al niño le priva de experiencias importantes y de una sensación de logro que lo fortalecerá y lo preparará para futuros retos.