7 tipos de madera que nunca debes quemar

Las chimeneas proporcionan, con su fuego crepitante, un ambiente muy agradable y relajado a cualquier hogar. Además, al tratarse de fuentes de calor bastante asequibles, las chimeneas y estufas de leña son populares en muchos hogares. Sin embargo, es importante saber que no todos los tipos de madera son adecuados para quemarse; hay diversos factores que tener en cuenta. 

Si se quema un material inapropiado, pueden liberarse gases tóxicos y emisiones nocivas. Además la chimenea puede resultar dañada, lo que puede ser peligroso para las personas. 

fireplace

Estos 7 tipos de madera no debes quemarlos, sino deshacerte de ellos en otro lugar. Su lugar, desde luego, no es la chimenea ni la hoguera. 

1. Madera tratada

La madera que ha sido tratada de alguna manera, como por ejemplo lacada o pintada, no debe usarse como leña. Los barnices y pinturas liberan sustancias químicas que son perjudiciales para la salud. Además, al quemar madera tratada pueden formarse cenizas, que dañan el interior de la chimenea. Como a menudo no sabemos con qué materiales se ha tratado la madera, es mejor deshacernos de ella si no es madera sin tratar. Esto también se aplica a la madera pintada o impregnada, como el parqué o los muebles. 

Red paint.

2. Maderas no autóctonas

El peligro de las maderas no autóctonas es que estas pueden estar afectadas por plagas o enfermedades que pueden dañar a la flora autóctona. Por ello, nunca quemes madera de origen desconocido, aunque se trate de una ganga.

3. Paneles de madera contrachapada, aglomerado o MDF

Los paneles de madera contrachapada, de aglomerado o MDF (tablero de fibra de densidad media) están compuestos por diversos restos de madera y pegamento que se unieron bajo una presión extrema. Aunque muchos tipos de pegamento son inofensivos, al quemarlos sí resultan nocivos o desprenden mal olor, y dejan hollín en la chimenea, y por ende en tu casa. Del mismo modo, los palés, que contienen poca cantidad de madera, producen mucho humo y un horrible olor al quemarse. 

©Unsplash/engin akyurt

4. Madera mohosa o húmeda

Si la madera no se almacena adecuadamente al aire libre, puede humedecerse y empezar a enmohecerse. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando los troncos se colocan sobre un suelo embarrado, cuando no se cubren las pilas de leña apropiadamente, o cuando el aire no puede circular bien en torno a una pila de leña. El moho resulta peligroso, en especial para personas con alergias, con el sistema inmunitario debilitado o con enfermedades respiratorias. Las esporas microscópicas del moho se esparcen por el aire o acaban en tu ropa después de que hayas tocado la madera. Antes de usar la madera como leña, tienes que eliminar el moho. Para ello debes secar por completo la madera y luego raspar el moho 

La madera húmeda tampoco debe usarse para la chimenea, ya que esta produce humo excesivo. Esto no solo molesta a los vecinos; también incrementa los niveles de gases de combustión de la chimenea y disminuye la producción de calor. Si quemas madera húmeda en una estufa de leña con la puerta de la estufa abierta, te arriesgas a que se propaguen gases nocivos dentro de tu casa. 

5. Madera en el mar

La madera que encuentres a la deriva en el mar tarda mucho en secarse para poder usarse como leña. Y aun estando seca, tampoco debes usarla, ya que está cubierta de agua con sal y minerales. Al quemarla, estos liberan sustancias tóxicas y pueden ser perjudiciales para tu salud. Si encuentras madera a la deriva, lo mejor es usarla para hacerte unos muebles y no para chimenea o fogata. 

driftwood

6. Madera con hongos

Si la madera está infestada de hongos, no debes quemarla. Las corrientes de aire que se producen al quemarla pueden propagar esporas de hongos alrededor del fuego y provocar problemas cutáneos y respiratorios. 

7. Tejo, adelfa y laurel venenoso

Hay ciertos tipos de árboles y plantas que nunca debes quemar porque pueden ser irritantes e incluso venenosos. A esta categoría pertenecen, por ejemplo, el tejo, el laurel venenoso y la adelfa. Inhalar el humo que produce quemarlos puede provocar graves irritaciones, reacciones alérgicas o toxicidad pulmonar. Además, lo mismo sucede tanto si se quema al aire libre o en un lugar cerrado. 

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Utilizar madera inapropiada no solo puede ser perjudicial para tu salud y el medioambiente; además, puede provocar daños a la chimenea. Lo mejor es prestar atención a las instrucciones de uso de la chimenea y solo usar madera recomendada para ir siempre sobre seguro. 

Fuentes: planetopia, toolazine, test
Imágenes en miniatura: ©unsplasch/engin akyurt ©flickr/Joanna Bourne

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