Reciclar no es lo mismo que transformar: latas con un nuevo look
Aunque seas una persona muy ecológica, es inevitable producir basura. Por desgracia, pasa en casi todos los hogares. Sin embargo, hay artículos que no tienes por qué tirar al basurero, ya que los puedes reutilizar, transformar o reinventar. Solo necesitas conocer las técnicas adecuadas.
Las latas son el ejemplo perfecto. Hay muchas formas de sacarles provecho después de limpiarlas y secarlas muy bien:
Idea 1: Portalápices
Pinta tres latas con pintura acrílica o en espray.
En cuanto la pintura base se haya secado, recorta algunos diseños de una servilleta o de papel tisú, de preferencia con unas tijeras de bordado. Después cubre los diseños con mucho cuidado con pegamento para manualidades.
Por último, puedes pegar las latas a una tabla de madera para mantenerlas estables y ordenadas. Te recomendamos usar diferentes tamaños para que la composición sea más divertida.
Idea 2: surtidor de cinta o de cuerda
Haz tres perforaciones equidistantes en la lata siguiendo una línea vertical.
Cubre el agujero de la mitad con cinta adhesiva y pinta las superficies de arriba y abajo con pintura acrílica o en espray. Lo ideal es que uses los mismos colores que las cintas que quieras guardar en el interior.
Cuando la pintura se seque, retira la cinta adhesiva. Ahora cubre la parte superior y la inferior, y pinta la parte central.
A continuación, coloca tres rollos de cuerda o cinta apiladas dentro de la lata. ¡Pasa los extremos a través de los agujeros y empieza a atar lazos a diestra y siniestra! La cinta no volverá a enredarse nunca más.
Idea 3: organizador para el baño
Para esta idea tendrás que retirar tanto la base como la tapa de la lata.
Cubre el exterior de la lata con papel metálico o cualquier otro que te guste.
Después coloca una almohadilla adhesiva a la lata y pégala a la pared de tu cuarto de baño, en el lugar que te sea más útil. Ahora tienes el contenedor perfecto para esos objetos difíciles de almacenar, tales como el cepillo o el secador de pelo.
Para evitar cualquier herida causada por los bordes filosos de la lata, ¡suavízalos con un papel de lija para metal o usa un abrelatas de seguridad, que evita las aristas cortantes desde el primer momento!