Con el truco del kétchup, olvídate de las manchas para siempre

Todos lo hemos sufrido: en una mano tienes las papas fritas, calentitas y crujientes, y con la otra mano estás luchando contra la botella del kétchup. Se te hace agua la boca y agitas la botella con más fuerza. Entonces sucede lo peor: ¡plash! Ahora tienes un charco de kétchup sobre el plato con sus respectivas salpicaduras en la ropa. Pero con esta técnica vas a prevenir este problema para siempre. 

La próxima vez que saques la botella de kétchup del refrigerador, colócala de forma vertical sobre la mesa o superficie de trabajo y gírala para que el contenido se extienda. Después de algunos segundos, el kétchup debe de encontrarse cerca de la tapa, por lo que al abrir la botella, el contenido saldrá sin ningún problema, poco a poco, y ya no habrá manchas que temer. 

Con este pequeño truco puedes ahorrarte muchas rabietas justo antes de comer. ¡Así que buen provecho!

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