9 estrategias que los supermercados usan para manipularte

Los supermercados ofrecen un amplio abanico de productos a precios relativamente bajos. Pero no debemos olvidar que su objetivo también es ganar dinero sin esforzarse demasiado. Para lograr esto a pesar de los precios aparentemente bajos, los supermercados utilizan algunas estrategias de venta para animarte a comprar más. En este artículo aprenderás qué trucos utilizan para manipularte y así poder sacarte literalmente el dinero del bolsillo. Ahora sabrás a qué debes prestar atención cuando vayas de compras.

1. Carritos de la compra gigantes

Una simple cesta es suficiente para comprar lo necesario. Sin embargo, es mucho más fácil empujar el enorme carrito de la compra que llevar una cesta llena de cosas entre pasillo y pasillo. Por ello, muchos eligen el carro grande para hacer sus compras más pequeñas. Sin embargo, esto es un error. En el gigantesco carro de la compra tus 4 o 5 productos se ven muy solitarios. A menudo se añaden más productos al carro de los que se necesita. 

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2. Caminos largos

Si recorremos todo el supermercado, acabaremos echando más productos al carro y gastando, en consecuencia, más dinero. Por este motivo, los productos básicos nunca están cerca los unos de los otros. Mientras la fruta y verduras se encuentran en la entrada, los productos de higiene están al final. Así, en el camino entre los primeros y los segundos encontrarás todos los demás artículos, y acabarás haciéndote con productos que en un principio no habías planeado. 

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3. Letreros coloridos

Los letreros blancos con los precios se ven todos iguales. No es de extrañar que uno rojo o amarillo sea muy llamativo a su lado. Así, se indica que el precio de dicho producto está reducido. De todas formas, siempre has de comparar el precio reducido con el original, pues a menudo estas "ofertas" no suponen una bajada significativa del precio. A pesar de todo, el producto acaba en el carrito de la compra: y no por ser una ofertaza, sino porque su letrero ha atraído tu atención.

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4. Ofertas en los estantes inferiores

Las auténticas ofertas no están en los letreros rojos o amarillos, sino en los estantes inferiores. Estos son más difíciles de alcanzar para los clientes, pero allí están los productos que más merecen la pena a los clientes. Sin embargo, los productos más caros los colocan al nivel de la vista, de forma que el cliente los coloca antes el carro que aquellos que hay que buscar. 

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5. Falta de productos engañosa

"¡Oferta limitada!". Ofertas como estas ponen a los clientes bajo presión. Y es que sugieren que no quedan muchos productos disponibles o que pronto el precio no será el de ahora. Por miedo a no disfrutar de la oferta, el cliente compra el producto a pesar de no necesitarlo. 

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6. Embalajes grandes

Con los embalajes grandes los supermercados también nos hacen creer que estamos ahorrando. En lugar de comprar chocolatinas por separado, las compramos todas en un pack, que es más barato que los individuales. Sin embargo, a veces se engaña al cliente, porque pese a ser más barato, el envase doble a menudo tiene mucho menos contenido del esperado. Por lo tanto, siempre debe tenerse en cuenta el precio por 100 g, que suele ser inferior al precio unitario.

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7. Letra pequeña

Además del precio por 100 g, por lo general, es recomendable prestar atención a la letra pequeña de un producto. No es raro que los fabricantes reduzcan  secretamente la cantidad de un producto sin informar a los clientes en el envase. Sin embargo, el descaro es mayor cuando, como en la imagen, se vende un producto con contenido reducido fingiendo que es XXL.

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8. Sellos superficiales

Si concedes gran importancia a la calidad de los alimentos, serás muy consciente de los sellos orgánicos o de comercio justo. Aunque estos sellos son definitivamente importantes, la mayoría de los fabricantes utilizan sellos anticuados o que no dicen nada sobre la calidad. Quien no sabe esto, se ve influenciado inconscientemente por el sello.

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9. Colas en las cajas

Cuando vuelve a haber una cola larga en la caja, se puede acabar merodeando por la zona de espera y agarrar un par de productos de última hora. A los niños les encanta meter alguna golosina en el carro si la encuentran a su alrededor. Por ello, a menudo no se abren las suficientes cajas a la vez. Y es que, cuanto más largas sean las colas, más aburridos estarán los clientes y más cosas acabarán apilando en sus carros o cestas. 

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¡Ten cuidado la próxima vez que vayas a comprar al súper y no te dejes engañar por ninguna de estas tácticas!

Créditos:

utopia

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