Descongelar, limpiar, usar: errores generalizados que debemos evitar

Clarence Birdseye invirtió un total de 7 dólares en 1923 para inventar un congelador. En 1929 pudo vender su patente por 22 millones de dólares. Poco tiempo después, el primer alimento congelado ya estaba en el mercado.

Aunque los congeladores actuales difieren significativamente del primer diseño, la ingeniosa visión futurista del neoyorquino ha revolucionado la vida cotidiana de muchas personas. La coliflor en enero o las coles de Bruselas en julio, la paleta de helado disponible a cualquier hora, la pizza preparada como alimento básico de incontables hogares de solteros: todo esto sería impensable sin un congelador. La posibilidad de congelar los alimentos nos hace independientes de los diferentes climas del año.

Por ello vale la pena cambiar algunos hábitos para darle el mantenimiento necesario a nuestro congelador. 

NO FROST Freezer

1. Muy poco uso

¡Un congelador puede servir para más cosas de lo que la mayoría de la gente piensa! Por ejemplo, las papas fritas permanecen frescas y crujientes cuando el paquete abierto se congela.

pint1

Los huevos, los aguacates, la leche de coco, los frutos secos y las cebollas picadas finamente también se pueden almacenar fácilmente en el congelador. Sin embargo, para evitar que se rompan, los huevos deben colocarse en una bandeja de cubitos de hielo, sin cáscara; el puré de aguacate y la leche de coco también se pueden comer más tarde gracias a la bandeja de cubitos de hielo. Puedes congelar verduras como calabacines o espárragos, siempre y cuando estén crudos.

pint1

2. Demasiado tiempo

Los alimentos congelados duran mucho tiempo, pero también tienen un límite de caducidad. El proceso de envejecimiento solo se ralentiza. El pescado, por ejemplo, solo debe permanecer en el congelador de 2 a 5 meses, y las salchichas, de 1 a 4. A menudo se sobreestima la duración de los alimentos cocinados y del pan: estos se pueden consumir durante un máximo de 1 a 3 meses. Si se comen después, tanto el sabor como la textura pueden cambiar.

pint1

3. Muy caliente

En los EE.UU., hay una gran preocupación por la contaminación bacteriana de todo tipo, por lo que muchos proponen congelar los alimentos recién cocinados, a temperaturas altas. Esta medida ha causado un gran rechazo en otros países, tanto en el continente como al otro lado del Atlántico, ya que el consumo de energía se eleva muchísimo. 

Pero hay una vía intermedia: distribuir los alimentos cocidos en varios recipientes para que se enfríen más rápido. De esta manera, se exponen a los gérmenes por un tiempo más corto y no aumentan los costos de electricidad.

pint1

4. Demasiado frío

Los congeladores se dividen según el clima donde se vayan a colocar. Esto significa que se adaptan a temperaturas exteriores específicas. Si, por ejemplo, quieres poner tu congelador en el sótano, debes asegurarte de que sea adecuado para una temperatura ambiente más baja. Si la temperatura mínima es inferior a la normal, el compresor frigorífico puede dañarse. Los congeladores para la clase climática N, muy extendida, no toleran una temperatura exterior menor a 16 °C.

-1, -2 = 29

5. Demasiado lleno

Si te preocupa el consumo de energía, podrías pensar que sería mejor llenar el congelador a la mayor capacidad posible. Y es que cada vez que se abre la puerta, el aire frío se escapa y el aire caliente del exterior debe ser enfriado de nuevo por el dispositivo.

Mucha gente tiene esta idea y a menudo leemos consejos para llenar el espacio libre del congelador con bolsas de agua o similares. Pero eso no tiene mucho sentido, porque para enfriar el aire se necesita mucha menos energía.

pint1

6. Muy raras veces

En algún momento tienes que descongelar el congelador. La mayoría de la gente intenta retrasar esta tarea el mayor tiempo posible. Después de todo, todas las cosas hermosas que has guardado ahí dentro se descongelarán

pint1

Sin embargo, esto es un error. El consumo de energía de un congelador no solo aumenta cuando la puerta ya no puede cerrarse debido a las masas de hielo acumuladas, sino que el aire caliente que entra en el congelador se condensa y posteriormente se congela en los puntos más fríos: las piezas refrigeradas. Esta capa de hielo tiene un efecto aislante, y el congelador necesita más electricidad para alcanzar la temperatura deseada.

Por lo tanto, debes descongelar tu congelador unas dos veces al año. Esto es más rápido si espolvoreas la corteza de hielo con sal común. Una olla con agua caliente también acelera el descongelamiento.

pint1

7. Demasiado descuido

La goma de sellado de la puerta es fundamental para el aislamiento del congelador. Con el tiempo, sin embargo, puede quebrarse, deformarse o agrietarse. Pero si cuidas este accesorio como es debido, no tendrás ningún problema en muchos años. 

Una limpieza correcta es muy importante, pero desafortunadamente casi nunca observamos el estado de la goma selladora. La suciedad y los gérmenes corroen el material. Pero un simple paño húmedo no es suficiente para eliminar eficazmente las bacterias y esporas de moho. Siempre debes agregar un chorrito de vinagre o un poco de ácido cítrico al agua para limpiar. La goma se frota de vez en cuando con vaselina o glicerina para mantenerla en buen estado.  

pint1

8. Demasiado rápido

En cuanto a la comida congelada, la carne molida es un alimento muy susceptible. Si queda algo, debes congelarlo enseguida. Sin embargo, descongelarla requiere mucha paciencia. Lo mejor es envasar previamente la carne molida en porciones pequeñas. Después podrás descongelarla mucho más rápido en el refrigerador o en un baño con agua fría.

pint1

La comida congelada es muy popular. Con estos 8 consejos, nada puede salir mal con las barritas de pescado, pizzas y similares. ¿Te preocupa que tu electrodoméstico no funcione correctamente? Entonces prueba el truco de las monedas. En este artículo descubrirás por qué puede ser una idea genial meter los zapatos en el congelador. Y si quieres saber por qué los huevos no deben guardarse en la puerta del refrigerador, haz clic aquí.

Comentarios

Más de Nolocreo