Por qué no debes apagar la calefacción por la noche si quieres ahorrar dinero

Los precios de la energía eléctrica, del agua y del gas no paran de aumentar. Por eso, muchas personas, cuando llega el invierno, pasan noches de insomnio pensando las mejores estrategias para disminuir el consumo que lleva calefaccionar.  

Sin embargo, hay que tener precaución: aquí el sentido común puede engañarnos. Algunas cosas que a primera vista parecen ser las correctas, pueden generarnos más gastos de los que pensamos. Entre estos típicos errores se encuentra el apagar la calefacción a la noche. 

En épocas frías, las casas y los departamentos se enfrían automáticamente. Para mantener una temperatura interior agradable, es necesario calefaccionar (lo que implica un gasto energético). Por eso la idea de apagar la calefacción durante la noche -cuando nos encontramos muy cómodos debajo de una manta- suena lógica. Sin embargo, en muchos casos esto puede ser contraproducente. 

56/365: C-c-c-c-c-cold!

Para que valga la pena tener una calefacción apagada durante la noche, es necesario que la energía ahorrada sea mayor a la energía necesaria para volver a calefaccionar la casa al día siguiente. Y justamente esa es la cuestión: calentar desde cero un hogar requiere mucha más energía que mantener una temperatura ya alcanzada. Las paredes retienen el calor y solo lo sueltan poco a poco. El término técnico se llama "inercia térmica". 

Puede trazarse una analogía con un horno de cerámica: una vez que está caliente, ya casi no necesita leña. Pero cuando se enfría, necesita mucho combustible. Cuanto mayor sea la diferencia entre la temperatura nocturna y la temperatura deseada durante el día, más notarás este efecto. 

Para darle un respiro al monedero, es preferible dejar la calefacción encendida al mínimo durante la noche, para que la temperatura ambiente sea de unos 16 a 18°C.  

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Bajar la temperatura por la noche: cuándo vale la pena

¿Conviene bajar la temperatura por la noche o no? Algunos factores como el aislamiento de las paredes o un suelo radiante pueden marcar la diferencia a la hora de reducir el gasto energético. 

Los hogares con un buen aislamiento mantienen durante más tiempo la temperatura. En estos casos, no es necesario bajar la temperatura durante la noche. Los pisos radiantes, en cambio, tienen un ciclo de calefacción retrasado: en este caso, tendrías que encender durante la noche la calefacción para tener durante el día la temperatura deseada o calefaccionar a una alta temperatura. 

Resumen: cuanto mejor sea el aislamiento de un hogar, menor la necesidad de bajar la temperatura durante la noche (naturalmente, si prefieres dormir con temperaturas bajas, puedes bajarla de todos modos). 

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Cómo puedes reducir gastos de calefacción

Con estos trucos puedes reducir un poco los gastos energéticos de tu hogar:

  1. Temperatura ambiente a medida de la habitación: no es necesario mantener todas las habitaciones a una misma temperatura. Por ejemplo, en el dormitorio alcanza con una temperatura de 18°C durante el día. Cada grado centígrado menos te ahorra dinero. 
  2. Puertas cerradaspara que cada habitación tenga la temperatura deseada, procura cerrar las puertas.
  3. Ventilar correctamente: el aire seco se calienta más rápido que el húmedo. Por eso, ventila con regularidad y correctamente: es mejor abrir completamente la ventana por poco tiempo que abrirlas solo un poco por mucho tiempo. 
  4. Quitar los muebles que obstruyen la calefacción: también se pierde mucha energía cuando hay muebles o cortinas delante de la calefacción.
  5. Sacar el aire del calefactor: controla al comienzo de la temporada fría que no haya aire en el calefactor. Esto también te hará ahorrar dinero.

Como ves, hay varias técnicas más efectivas para ahorrar dinero que bajar la calefacción por la noche. Aquí también encontrarás algunos consejos para limpiar correctamente tu calefacción

Fuentes: ruhr24, t-online 

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