Trucos para salvarte de un atragantamiento si estás solo
Todo el mundo conoce la importancia de recibir primeros auxilios en una situación de emergencia. Sin embargo, pocos saben que también existen trucos de "autoauxilio" que son muy efectivos y fáciles de realizar y que pueden salvarte la vida. En este artículo te presentamos tres maniobras con las que te puedes salvar de una muerte por atragantamiento.
Primeros auxilios en caso de atragantamiento
En caso de atragantamiento, la regla general es: lo mejor es liberarse tosiendo. En caso de que el atragantamiento sea tan severo que no puedes toser, sigue una de las siguientes opciones.
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1. Practicarse uno mismo la maniobra de Heimlich
Gracias a las películas, la maniobra de Heimlich es sin duda la técnica más conocida (aunque no la mejor) para casos de atragantamiento. Si estamos de a dos, uno agarra a la persona que se atraganta por detrás con una mano en forma de puño (el pulgar hacia abajo) colocada entre el esternón y el ombligo y con la otra mano sujeta el puño. Luego, tiramos de la persona hacia atrás y hacia arriba y repetimos este movimiento cinco veces. Si no da resultado, tenemos que pasar a propiciar golpes en la espalda alternándolos con la maniobra de Heimlich.
Si no hay nadie para ayudarte, puedes hacer la maniobra de Heimlich sobre ti mismo. De la misma forma, colocas el puño entre el esternón y el ombligo y con la otra mano lo sujetas. A continuación, presionas cinco veces la zona.
Riesgos de esta maniobra
La maniobra de Heimlich no es del todo inofensiva. Al presionar tan fuerte sobre la zona, podemos llegar a causar daños en los órganos y las costillas. Por eso, nunca deberías utilizarla en bebés.
2. Truco de la silla
El truco de la silla es una variación de la maniobra de Heimlich, la cual consiste en presionar con el puño en la barriga varias veces contra el respaldo de una silla. En caso de que sea una silla de altura regulable, puedes ponerte directamente con la panza sobre el respaldo (como si hicieras unas flexiones de brazo sobre la silla), mientras que te sujetas con las manos a la izquierda y a la derecha del asiento.
Este truco es muy efectivo en caso de atragantamiento.
3. Truco de las flexiones de brazo
Si la maniobra de Heimlich y el truco de la silla no son para ti, puedes recurrir al truco de las flexiones. Para esto, debes arrodillarte y luego pasar a una posición en cuatro patas. Luego, levantas repentinamente los brazos hacia adelante, de manera tal que tu tórax golpee contra el piso, liberando así los canales de circulación de aire.
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En este video (en inglés) puedes ver cómo es la maniobra de la flexión.
Ahora sí que estás preparado para una emergencia (¡pero eso no significa que no tengas que prestar atención a la hora de comer!).
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