Limpieza de las ventanas de PVC: quítales el polvo y la suciedad

Las ventanas de PVC se ensucian y amarillean con el tiempo, por lo que necesitan un mantenimiento regular. A diferencia de las ventanas de madera, es necesario limpiarlas con más frecuencia, ya que se cargan estáticamente, atraen más polvo y la suciedad que, obviamente, se deposita en los marcos.

Aunque las ventanas de PVC parecen fáciles de cuidar, hay que tener en cuenta algunas cosas para conservarlas en buen estado. Su mayor enemigo es el polvo, que se adhiere firmemente al plástico y las manchas pueden dejar marcas o arañazos después de limpiarse.

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Sin embargo, la limpieza no es tan difícil, incluso medios sencillos ayudan a eliminar la suciedad y hacer brillar las ventanas de nuevo.

Eliminar la suciedad ligera

La suciedad ligera puede eliminarse normalmente con un paño de microfibra y agua. Sigue estos pasos:

1. Debes barrer con una escobilla el polvo y la suciedad o limpiarlos con la aspiradora.

2. A continuación, vierte agua tibia, agua jabonosa o un limpiador neutro en un paño de microfibra y limpia la superficie del marco. Deja que el producto de limpieza se impregne durante un rato en el marco y luego frótalo con agua. Para las esquinas y los bordes, son excelentes los cepillos de dientes viejos o un cuchillo para mantequilla envuelto en un paño de limpieza.

3. No debes frotar los marcos de las ventanas en seco después de la limpieza, ya que las partículas de suciedad que aún quedan pueden rayar el marco. Basta con volver a pasar un paño húmedo después de la limpieza.

Tip: Si prefieres los remedios caseros, puedes probar con una mezcla de vinagre y agua.

¿Qué hacer en caso de suciedad persistente?

Para las manchas difíciles, el agua tibia o el detergente no suelen ser suficientes:

  • Para eliminar las manchas de pintura o barniz, puedes utilizar un poco de aguarrás o alcohol. También puedes calentar las manchas con un secador de pelo y luego rasparlas con cuidado.
  • Los restos de pegamento de las mosquiteras o las persianas pueden eliminarse con aceite de cocina, quitaesmalte sin acetona o removedor de adhesivo para alfombras.

La regla básica para la suciedad más persistente en las ventanas de PVC es ponerlas en remojo. Esto hace que sea más fácil quitarlas después.

Las manchas más difíciles suelen quitarse con el spray para hornos. Sin embargo, solo debe utilizarse en casos excepcionales, ya que puede deteriorar el plástico.

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Productos prohibidos para la limpieza

Algunos artículos de limpieza ayudan muy bien, pero pueden dañar el plástico a largo plazo. Por lo tanto, debes evitarlos al limpiar los marcos de las ventanas. Los limpiadores prohibidos incluyen:

  • Blanqueadores con alto contenido en cloro: hacen que los marcos de las ventanas se amarilleen más rápidamente.
  • Limpiadores comerciales: dañan la superficie y hacen que el polvo y la suciedad se adhieran más rápidamente. También pueden dañar los cristales de las ventanas.
  • Productos abrasivos: también deben evitarse, ya que pueden dañar la superficie y las juntas.

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Cómo limpiar las ventanas amarillentas

Con el paso de los años, las ventanas de PVC pueden amarillearse y decolorarse debido a la alta radiación solar. Cuanta más suciedad haya en los marcos, más rápido perderán su color original. También en el lado que mira hacia adentro, puede cambiar de color rápidamente debido el humo del cigarro, el humo de las velas y el vapor de agua.

Si los marcos ya están muy amarillentos, es difícil que recuperen su color original. En este caso, solo hay dos posibilidades: puedes lijar cuidadosamente los marcos amarillentos con papel de lija fino o pulirlos hasta que vuelva a ser visible su color original. Si tampoco esto es suficiente, la única opción es aplicar una nueva pintura a las ventanas de PVC o sustituirlas.

El cuidado regular es lo más importante

Para evitar la suciedad y la decoloración, es indispensable el cuidado regular de las ventanas. Esto no solo evita las manchas persistentes, sino que también prolonga la vida de las ventanas. Debes limpiar las ventanas de PVC al menos dos veces al año y comprobar que sigan en buen estado. Las aberturas del drenaje también necesitan una limpieza periódica.

Hay que revisar las juntas y las bisagras una vez al año. Las juntas limpias garantizan una buena protección térmica en invierno. Las juntas sucias, en cambio, pueden provocar la aparición de moho. Límpialas con un paño húmedo y luego aplícales grasa de ciervo, aceite de silicona o un lápiz de grasa. Lubrica las bisagras con aceite lubricante sin ácido. Pero hay que asegurarse de que no entre en las juntas.

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Con el paso del tiempo, el plástico de este tipo de ventanas se vuelve fragil. Entonces requiere un sellado adicional y más cuidados. Para que los marcos de sus ventanas se conserven bonitos y radiantes a largo plazo, es imprescindible una buena limpieza. Si las limpias con regularidad, al final tendrás menos trabajo.

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Fuentes: fensterversand, obi

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