¡Cómo arreglar rápidamente 10 objetos rotos!

Hoy en día es normal que cuando una cosa se rompa le encontremos un reemplazo rápidamente. Solo tienes que pensar en cuántos paraguas, chanclas o cordones has comprado nuevos una vez que los anteriores se quedaron viejos. Sin embargo, ¿y si te decimos que es sencillísimo arreglar estas cosas y que no te costará ni un centavo hacerlo?

Desde gafas rotas pasando por madera astillada hasta chanclas usadas. ¡Te vamos a explicar cómo puedes arreglar estos 10 objetos de uso diario de forma rapidísima!

1. Gafas rotas

Si llevas gafas, sabrás que el marco está unido a las patillas únicamente por medio de unos pequeños tornillos. Y quizás te ha ocurrido alguna vez que estos tornillos se han soltado y su tamaño ha impedido que los encuentres, por lo que tus gafas han quedado inservibles. 

Puedes fijar la patilla al marco pasando simplemente hilo dental por el orificio para el tornillo y haciéndole un nudito al final. Esto mantendrá las gafas de una pieza hasta que puedas ir a la óptica. 

2. Hilos salidos

En las prendas de punto grueso es común que se salgan los hilos. Esto no solo se ve feo; además, en el peor de los casos, puede acabar arruinando tu prenda por completo. 

Si no tienes agujas a la mano, que no cunda el pánico. Sujeta el hilo con una horquilla y vuelve a enhebrarlo en su posición original. 

3. Cepillo de dientes usado

Al cepillarte los dientes, lo haces tan fuerte que días después de usar el cepillo ya parece que lo lleves usando meses? En ese caso, debes cambiar tu forma de cepillarte los dientes. 

Pero esto no significa que tengas que tirar tu cepillo de dientes. Solo tienes que sumergirlo en agua caliente durante unos minutos para que las cerdas vuelvan a ponerse en su sitio. 

4. Cordones desgastados

Los extremos de los cordones de los zapatos se desgastan con rapidez y en ese caso es difícil pasarlos por los ojales. Pero no es necesario comprarte unos cordones nuevos. Solo tienes que envolver los extremos con un poco de cinta adhesiva. Esta no será visible y ya no tendrás que esforzarte tanto cada vez que te anudes los zapatos. 

5. Pendientes sin cierre

Todos tenemos algún pendiente al que se le cayó el cierre y nunca más lo encontramos. Pero este no es motivo para dejar de usar nuestros bonitos aros. Puedes recortar un trozo pequeño de chicle y usarlo como cierre. Al usarlos no notarás ninguna diferencia, ¡prometido!

6. Paraguas roto

Todos hemos tenido uno en la mano: un paraguas roto, con la tela salida de alguna de las varillas. 

Pero arreglarlo no es tan difícil como pensabas. Toma un cartucho de tinta vacío y quémalo con cuidado por un lado. 

Corta el otro extremo del cartucho e introduce la varilla salida en él. Luego cóselo a la tela y tu paraguas quedará como nuevo. 

7. Madera astillada

Los taburetes, mesas o bordes de los armarios: cuando la madera de los muebles se astilla no queda nada bonita. Pero comprar una nueva pieza no tiene por qué ser la solución. Es muy fácil reparar la madera astillada. Para ello, pega arroz sobre la zona afectada. 

Retira irregularidades con una espátula y lija la zona. Ahora solo tienes que darle una capa de pintura y la zona astillada será historia. 

8. Chanclas rotas

En verano las chanclas son una prenda de las más populares que hay. Sin embargo, hay una desventaja que hay que considerar: al llevarlas es común que una de las tiras se salga de la suela. 

Si esto te pasa, no te preocupes. Dale la vuelta a la chancla y saca el enganche. 

Une las tiras de la chancla con la suela anudando una goma elástica. La chancla reparada se utiliza igual que antes. Así que ya sabes: ¡no olvides tu goma elástica para tus chanclas en verano!

9. Abolladura en madera

Sucede en cuanto golpeas la madera con un martillo: una fea abolladura. Pero esto es muy sencillo de reparar. Cubre la madera con una toalla y plancha sobre la zona. Al final la madera se verá como nueva. 

10. Bolso desgastado

Toda mujer tiene ese bolso favorito. Pero es una pena cuando este muestra ya señales de desgaste. ¡Pero es posible hacerlas desaparecer! Con ayuda de una lima de uñas distribuye un poco de chicle sobre la zona en cuestión. 

Deja el chicle endurecer y después píntalo del color del bolso. ¡Tu bolso favorito se verá como nuevo!

Por fin sabes cómo reparar esas cosas viejas que aún no están para tirar, lo que te ahorrará bastante dinero. Desde ahora quizás prefieras cosas hechas a mano antes que nuevas; así podrás gastar dinero en algo realmente necesario. 

En el vídeo de arriba podrás ver más trucos para hacerte más fácil las tareas del día a día. Aquí tienes todos los detalles:

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